En 1970, los músicos Brian May y Roger Taylor conocen a un joven cantante de nombre Freddie Mercury (1946-1991) y forman el núcleo de la banda Queen, al que luego se uniría el bajista John Deacon. Cinco años y tres discos después, “Una noche en la ópera” y su single “Bohemian Rhapsody” significarían la rampa hacia el éxito.
Apoyados en el talento y el carisma del incontrolable Mercury, Queen se erigiría en icono de varias generaciones, con el concierto de 1985 en el Live Aid de Wembley como su momento culminante.
Bryan Singer (X-Men: Apocalipsis) se adentra en el género del biopic para llevar a la gran pantalla la historia de una de las bandas de rock más grandes de todos los tiempos, a la vez que hace un retrato cercano de su líder, Freddie Mercury, cuya imponente presencia y carisma en el escenario contrastaba con una juventud tímida e insegura y una vida adulta de excesos marcada por una terrible enfermedad,
“Bohemian Rhapsody” se alza como celebración del patrimonio musical de un grupo con espíritu de familia, inclasificable y revolucionario, que en la figura de un Mercury como adalid contra los estereotipos de la época, consiguió marcar a varias generaciones. El filme abarca 15 años, desde los orígenes de Queen hasta el concierto de reencuentro que la formación británica dio en el Live Aid de 1985, considerado uno de los mejores de la historia, que sirvió a Mercury para redimirse de dos años oscuros marcados por un bajón creativo y el abuso de drogas y alcohol. Rami Malek, de la serie de televisión “Mr. Robot”, asume la difícil tarea de dar vida a Mercury.
Hay que destacar que este drama biográfico tuvo un proceso de producción largo y accidentado y quizás a ello se deba, de acuerdo a lo que han reseñado no pocos medios internacionales, que no sean del todo certeros los intentos de “Bohemian Rhapsody” por arrojar luz sobre aspectos tan significativos en torno a Mercury como su homosexualidad, una condición que tardó en reconocer, y su lucha contra el Sida, enfermedad que lo llevó a una muerte prematura. Estos aspectos, siempre al decir de la crítica, se resuelven con tosquedad narrativa y unas apuestas fotográficas y de casting discutibles. De todas maneras, habrá que verla cuando la estrenen en Venezuela, que ojalá sea pronto, para formarnos nuestra propia opinión.
Aquilino José Mata/ EDC
