«Fue un error, lo siento», admitió el acusado, según el «Tagesspiegel», sobre el ataque grabado con vídeo del pasado mes de abril, en el que aparecía golpeando al joven de 21 años con un cinturón mientras gritaba «¡Yahudi, Yahudi!» («¡Judío, Judío!» en árabe).
Según el acusado, que admitió haber consumido marihuana y éxtasis, el joven israelí lo habría confrontando en la calle con el grito de «hijo de puta y hermano de prostituta», lo que provocó que empezara a golpearle, «aunque no con la hebilla, sino con la parte de cuero».
El procesado, que reconoció haber utilizado la palabra «¡Judío!» como insulto, pese a que aseguró haber visto la kipá solo después de los primeros golpes, desmintió que con ello pretendiera insultar «a todos los judíos».
Estas declaraciones entran en contradicción con las manifestadas por la víctima, un joven de 21 años y estudiante de veterinaria en Berlín, que aseguró al diario «Bild» que el ataque se produjo después de que su agresor hubiese visto su kipá.
El ataque antisemita provocó entonces una ola de indignación y fue condenado por la canciller Angela Merkel, que lo calificó de «horrible» y prometió responder «con toda la dureza y determinación» ante este tipo de agresiones.
«Es intolerable que un joven sea atacado en nuestras calles sólo porque lleva una kipá», manifestó entonces el ministro de Asuntos Exteriores, Heiko Maas, que destacó la necesidad «de proteger la vida judía» en Alemania.
Miles de alemanes, judíos o no judíos, salieron a la calle entonces en ciudades como Berlín, Colonia y Múnich cubiertos con kipá, en señal de solidaridad y en contra de los ataques antisemitas.
Según datos de la ONG Oficina para la Investigación y la Información sobre el Antisemitismo en Berlín (RIAS), en 2017 se registraron hasta 947 incidentes antisemitas en la capital alemana, un 60% más que en el año anterior.
Antes de la sentencia del juicio, prevista para hoy o mañana, se tomará declaración a siete de los testigos del ataque.
EFE/ FR
