El líder conservador sueco, Ulf Kristersson, que dentro de dos días afrontará una votación en el Parlamento para intentar ser elegido primer ministro, anunció hoy que tratará de formar un gobierno en minoría con los democristianos.
Ese gabinete contaría solo con 92 de los 349 escaños de la cámara, a los que habría que sumar previsiblemente los 62 votos del xenófobo Demócratas de Suecia (SD), por lo que necesitaría que al menos centristas y liberales -aliados de Kristersson en la llamada Alianza- se abstuvieran, lo que no parece probable.
Aunque ambos partidos integran esa coalición y apoyan a Kristersson como primer ministro, rechazan formar parte o respaldar cualquier gobierno que dependa del SD para tener mayoría y defienden que se sigan explorando los contactos con el centroizquierda.
«He aceptado afrontar la votación, pese al riesgo evidente de no salir elegido esta vez por el Parlamento» dijo hoy en rueda de prensa Kristersson, quien resaltó que no se trata de «un juego» y que ya han pasado dos meses desde las elecciones generales.
El presidente del Parlamento, Andreas Norlén, lo nombró hoy como candidato a primer ministro ante la Cámara, anuncio que había hecho ya la semana pasada después de los fracasos de Kristersson y del líder del ejecutivo en funciones, el socialdemócrata Stefan Löfven, en sus negociaciones con el resto de fuerzas para cerrar un acuerdo.
En Suecia no hace falta mayoría absoluta para ser elegido primer ministro, basta con no tener una mayoría parlamentaria en contra.
El líder liberal, Jan Björklund, confirmó que votará en contra, mientras que la jefa centrista, Annie Lööf, cuyo partido fue el cuarto más apoyado, lo dio por hecho hace unos días.
«La Alianza nació hace catorce años. Es la primera vez que dos de sus partidos quieren formar un gobierno sin los otros. Y sería un ejecutivo que dependería del SD», señaló hoy en un comunicado el secretario general del Partido Centrista, Michael Arthursson.
Los centristas anunciaron que antes de la votación, que tendrá lugar el miércoles a las 09.00 hora local (08.00 GMT), comunicarán su postura definitiva.
«Se trataría de una situación histórica si un partido del centroderecha vota contra un primer ministro de ese bloque», afirmó la líder democristiana, Ebba Busch Thor.
Kristersson había reiterado antes su intención de gobernar con la política de la Alianza y que no negociará con el SD, al que el resto de partidos hace el vacío.
El bloque de izquierda de Löfven, cuyo partido fue el más votado, logró 144 escaños en las elecciones generales del 9 de septiembre frente a los 143 de la Alianza de centroderecha y 62 del SD, un resultado que ha provocado una situación de bloqueo político.
El SD está dispuesto a apoyar un ejecutivo de conservadores y democristianos, pero pide concesiones en varias áreas, sobre todo en política de inmigración, donde las posturas no están lejanas.
Norlén dispone de cuatro intentos para encontrar a un candidato capaz de formar un gabinete que sea aceptado por la cámara y, si no tiene éxito, se convocarían nuevas elecciones en tres meses.
En Suecia no se habla de comicios anticipados, sino extraordinarios, ya que las legislativas ordinarias se celebran invariablemente cada cuatro años.
EFE / EKB
