Inicio Venezuela ¿Cuáles son las implicaciones del TIAR en la situación actual de Venezuela?

¿Cuáles son las implicaciones del TIAR en la situación actual de Venezuela?

 

 

Por Joy Uricare y José Ferrer | @JoyUricare y @Jmigueferrer

 

Este domingo 7 de julio el presidente de la Asamblea Nacional (AN) y reconocido como presidente interino de Venezuela por más de 50 países, Juan Guaidó, anunció en su cuenta oficial de Twitter que el Parlamento aprobará el Tratado Internacional de Asistencia Recíproca (TIAR). 

 

“Vamos a avanzar en todos los terrenos de lucha. Tenemos el legítimo derecho de construir las capacidades y alianzas internacionales necesarias para proteger y defender al pueblo y nuestra soberanía. Cumplidos los pasos requeridos, la AN aprobará el TIAR” escribió Guaidó. 

 

Asimismo, explicó que el siguiente paso sería constituir el respaldo de los demás países de la región y que la aprobación final pasará por la Organización de Estados Americanos (OEA). Aseguró, además, que el reto es movilizar y aumentar la presión dentro y fuera de Venezuela para lograr la transición, que según Guaidó, es irreversible. 

 

 

 

El pasado martes 7 de mayo, la AN había acordado iniciar el proceso de reincorporación de Venezuela al TIAR, del cual se retiró en el año 2013. De acuerdo con el medio digital Aporrea, este retiro ocurrió porque los gobiernos de Bolivia, Ecuador, Nicaragua y Venezuela denunciaron el tratado debido a que demostró “su inutilidad cuando una potencia colonial agredió a Argentina en respuesta a su reivindicación legítima de la soberanía de las Islas Malvinas, ocasión en la cual un Estado parte del tratado (Estados Unidos) apoyó la agresión”.

 

Tomando en cuenta las declaraciones que realizó Juan Guaidó sobre la implementación del TIAR es pertinente cuestionarse sobre la naturaleza de dicho tratado. 

 

¿Qué es el TIAR? 

 

El Tratado Interamericano de Asistencia Recíproca (TIAR) es un acuerdo de seguridad colectiva, firmado el 2 de junio del año 1947, después de la Segunda Guerra Mundial, en la ciudad de Río de Janeiro, en Brasil, por lo que también se conoce como Tratado de Río. Los países firmantes son Argentina, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, Estados Unidos, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Uruguay, Trinidad y Tobago, Bahamas y Venezuela.

 

En el artículo 3.1 del Tratado se establece que en caso de “(…) un ataque armado por parte de cualquier Estado contra un país americano será considerado como un ataque contra todos los países americanos, y en consecuencia, cada una de las partes contratantes se compromete a ayudar a hacer frente al ataque en ejercicio del derecho inmanente de legítima defensa individual o colectiva”. 

 

El Consejo Permanente de la Organización de los Estados Americanos (OEA), en su función de organismo competente, se encarga de clasificar las situaciones pertinentes para realizar la activación del TIAR y de llevar a cabo la votación de las razones para dicho llamado. 

 

El TIAR es considerado, en primera instancia, como una medida que tiene implicaciones meramente militares, por ser un instrumento que se utiliza como respuesta ante una intervención extranjera, pero también posee una serie de medidas diplomáticas y económicas para solventar la situación.

 

Por ejemplo, luego de realizarse la votación en la Reunión de Consulta, en el artículo 8 del TIAR, se categorizan una serie de pasos coercitivos que se deben seguir para restablecer la paz y la seguridad del hemisferio. Estos pasos son: 

– Retiro de los jefes de misión
– La ruptura de las relaciones diplomáticas
– Ruptura de las relaciones consulares
– La interrupción parcial o total de las relaciones económicas
– La interrupción parcial o total de las comunicaciones ferroviarias, marítimas aéreas, postales, telegráficas, telefónicas, radiotelefónicas, o radiotelegráficas
– El empleo de la fuerza armada.

La evolución de los pasos expuestos anteriormente ocurre a partir de la naturaleza de la situación y de la necesidad que posea de activar los pasos subsiguientes. Por dicha razón, el avance del Tratado va de menor a mayor, sin establecer un proceso militarista de inmediato. 

 

Para llevar a cabo todo este proceso, se debe que enviar la propuesta y la explicación de las razones para activar dichos pasos al Consejo de Seguridad de la Organización para las Naciones Unidas (ONU), para establecer, según lo expuesto en los artículos 51 y 54 de la Carta de la ONU, que las acciones a realizar ocurren en un contexto de legítima defensa colectiva. 

 

Antecedentes en la región

 

Los antecedentes históricos del TIAR tienen varios momentos de desacuerdo, como, por ejemplo, en la Guerra de las Malvinas, donde Argentina hizo el llamado para la activación del tratado pero no pudo realizarse porque la nación sudamericana era el atacante, no el receptor del ataque. Por ende, Estados Unidos, país perteneciente al acuerdo realizado en Río, tuvo que apoyar al Reino Unido por el compromiso adquirido previamente en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN). 

 

En cambio, en el caso de la disolución del ejército costarricense en el año 1948, el país centroamericano mencionó como una de sus razones la existencia del tratado para garantizar la defensa nacional. 

 

Entre los países pertenecientes a la OEA que tienen la potestad de votar en la Reunión de Consulta convocada por el Consejo Permanente, después de estudiar las razones del llamado, se encuentran Estados Unidos, Argentina, Perú, Colombia, Chile y Brasil. Todos han reconocido la presidencia interina de Juan Guaidó, establecida el 23 de enero del presente año, abogando por la usurpación del Poder Ejecutivo por parte de Nicolás Maduro. 

 

Respecto al TIAR y la situación venezolana, el internacionalista y analista político Lauren Caballero, asegura que la convocatoria de este mecanismo no garantiza que se lleve a cabo una operación de carácter militar. 

 

“La situación venezolana, bien que pueda representar una amenaza para la paz y la seguridad hemisférica debido a la desestabilización que causa en la región la abrumadora migración de venezolanos y la internacionalización de la crisis, no es un asunto de índole militar”.

 

Caballero explica, además, que “si se llegase a convocar el Órgano de Consulta, tampoco hay motivos para pensar que las decisiones que se vayan a tomar, en el marco de tal convocatoria, tengan que involucrar a las fuerzas armadas de los Estados partes del Tratado”. 

 

Asimismo, el internacionalista expuso una serie de características relevantes sobre el Tratado a través de su cuenta de Twitter: 

 

 

Esto brinda una perspectiva más clara ante la activación de dicho Tratado, porque, aunque se tiene la concepción que podría tratarse de un llamado para la intervención de las fuerzas militares del continente para solventar la situación del país, es pertinente entender que esta quizás no sea el principal objetivo.