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Diálogo marca Acme

Es cierto que los diálogos han sido útiles a lo largo de los conflictos de la humanidad, existen numerosos ejemplos de ellos, incluso, durante la segunda guerra mundial eran consuetudinarios entre las naciones del eje y los aliados, al mismo tiempo, hay vastos ejemplos donde el diálogo ha sido totalmente inútil, como en Venezuela.

El chavismo ha sido un maestro de la democracia verbal, a lo largo de 20 años ha usado sus estandartes, ha construido castillos aéreos en las crédulas mentes de sus acólitos, a pesar que en la práctica ha pisoteado todos los preceptos de este sistema de gobierno. A través de la presunta “democracia participativa y protagónica” ha tarifado conciencias a través de un populismo salvaje, discrimina, impone gobernantes, cubaniza a Venezuela, partidiza la sociedad vía estructuras de lo que denomina “Poder Popular”, tentáculos del Psuv cuyas transversalidades son la opacidad en el manejo de los recursos, el apartheid.

Todas las herramientas democráticas son útiles para los subterráneos fines del chavismo, el diálogo es su consentido, lo utilizó Chávez en la crisis de su legitimidad en 2002 – 2003, Maduro en 2014 y 2017 todos sin resultados favorables a la nación, por eso en “época de diálogo” continúa el encarcelamiento de figuras políticas, las inhabilitaciones, la confección de procesos electorales a conveniencia del Psuv, la represión, el cierre de medios, se redoblan controles, racionamientos y un ominoso etc. Definitivamente, la escuela castrista se ha entrometido hasta el ADN del régimen… los diálogos con el chavismo son inútiles para el pueblo, ellos solo han beneficiado al gobierno.

Poco o nada le importa al chavismo lo que el pueblo quiere, opine o necesite, basta recordar al Chávez de 2007, quien luego de perder la reforma impuso el contenido rechazado por el pueblo a través de la otrora AN roja rojita y vía Leyes Habilitantes, donde se generaron leyes enchorizadas, en paquetes de 60, 40 y 20. Maduro también ha utilizado la Habilitante y el TSJ para (entre comillas) “legalizar” el castrismo, ahora trata de mineralizarlo usando una “constituyente” al margen del desiderátum constitucional, la democracia, la legitimidad, destronando desde sus raíces nuestra venezolanidad.

Por asombroso que parezca, se asoma un nuevo “diálogo” en Venezuela, mucho más peligroso que los anteriores, auspiciado por la cuerva izquierda española, misma que a su vez ha sido financiada por petrodólares venezolanos, tratan de colarse otras figuras europeas rechazadas en sus propios terruños.

Comprendamos algo, el chavismo goza un injusto extraining, Chávez no pudo envestirse de presidente en 2013 tal como mandata nuestra carta magna, siendo el TSJ, con sus interpretaciones “revolucionarias”, quien permitió esa violación constitucional. Luego, Maduro se alzó con el triunfo ese mismo año malbaratando todos los recursos e instituciones del Estado. En 2016 evadió burdamente (jurídicamente hablando) un revocatorio que de haber ocurrido hubiese sido inevitablemente revocado. Para colmo, celebró una “constituyente” de espalda a la legalidad, al sentir popular… en conclusión ¿Se puede tratar democráticamente al castrismo que todo lo que posee es ilegal, ilegitimo, conseguido y preservado a través de la violencia? La respuesta racional es un patriótico ¡No!

Finalmente, el único “diálogo” aceptable sería uno donde factores criollos con mediación internacional proba ejecuten un punto ÚNICO: Dimisión del chavismo, así construir una transición que nos devuelva la constitucionalidad, la perfectibilidad a nuestra democracia… los demás “diálogos” son tenebrosos, nocivos al pueblo, continuarán oxigenando a un chavismo en extremaunción. @leandrotango
Leandro Rodríguez Linárez