Inicio Venezuela El Grupo de Lima propicia el genocidio en Venezuela

El Grupo de Lima propicia el genocidio en Venezuela

Después de 18 años de dictadura marxista leninista en Venezuela, y estar conscientes, mas, no totalmente convencidos, de que el socialismo es una amenaza real para la región americana y por supuesto, para los EE.UU., El Grupo de Lima, conformado por los Gobiernos de Argentina, Brasil, Colombia, Costa Rica, Chile, Guatemala, Honduras, México, Panamá, Paraguay, Perú y Santa Lucía se lava las manos como Poncio Pilatos, y rechaza la supuesta salida de una intervención militar en Venezuela, para expulsar a los usurpadores del poder en ese país, apoyados por Cuba China, Rusia, Corea del Norte, e Irán, y otros países enemigos de la democracia y del mundo libre.
Esta posición del Grupo de Lima despierta suspicacias, desconfianza y malestar entre muchos venezolanos, quienes ya han intentado por algo más de unas dos décadas, tratar infructuosamente, de convencer al régimen dictatorial del chavismo, mediante el diálogo, para que permita elecciones libres, limpias y transparentes, para devolverle la democracia a Venezuela. Evidentemente, no hemos tenido éxito en esta forma democrática de intentar lograrlo por las buenas.
Como este grupo de usurpadores del poder instalado en el gobierno de Venezuela, no ha permitido, la salida electoral y pacífica tal como lo hemos propuesto, y habiéndose intentado otras soluciones constitucionales y apegadas a derecho, tales como: el referéndum revocatorio a Nicolás Maduro, la desobediencia civil según los artículos 350 y 333 de la constitución vigente, huelgas, marchas de protestas, etc…; es la razón por la que la situación de Venezuela se ha estancado, empeorado, y estamos en la búsqueda de otras soluciones más efectivas.
Asociadas a las acciones internas antes mencionadas, también se han iniciado condenas internacionales por delitos comunes, tales como: corrupción y dolo, lavado de dinero, por actividades criminales de narco tráfico, por violación a los derechos humanos, por crímenes y muertes cometidos contra la población, etc., es la razón por la que los EE.UU., asomó, como medida extrema la posibilidad de la intervención armada, para desalojar al régimen del poder y re-instaurar de nuevo la democracia en Venezuela, que al parecer, tampoco han ayudado a una salida pacífica y democrática a la situación de Venezuela, la cual se agudiza cada vez más.
Se desconoce si el grupo de Lima está al tanto de que Venezuela está invadida por el ejército cubano, los cuales no deberían estar en nuestro país, dando instrucciones y presionando a nuestros militares. Se desconoce igualmente, si el Grupo de Lima está al tanto de que en Venezuela existe una crisis integral brutal por falta suficiente de comida, medicinas, empleos, de inversiones, de servicios básicos para la población, y de emigración del país, que está dando problemas a otros países, como ellos muy bien lo saben.
A todas esas calamidades, producto de la pésima gestión del régimen administrando nuestras riquezas, entre otras razones, se le suma la brutal crecida histórica del rio Orinoco, cuya evolución ha sido ocultada por el régimen, no sé sabe con cuales intereses ni motivos. La crisis Humanitaria en Venezuela, aumenta exponencialmente, y se desconoce con certeza el tamaño del daño ocasionado a la nación, y las necesidades actuales de la población que sufre directamente esa tragedia.
No sé sabe, si el Grupo de Lima está al tanto, de que el régimen de gobierno de Venezuela, no acepta que en el país existe una crisis humanitaria. Según éstos, en Venezuela no existe esa crisis humanitaria. Por tal razón, se opone rotundamente a aceptar ayuda de la ONU, OEA, y/o de la Cruz Roja internacional, para darle ayuda a los damnificados, que existen por millones en Venezuela.
Pareciera que para El Grupo de Lima, la situación de Venezuela les parece un juego político banal e intrascendente; puesto que al parecer, más les importa sabotear el liderazgo de Donald Trump y de los EE.UU., en la región y en el mundo, que ayudar en la grave situación que vive Venezuela.
He mencionado en escritos anteriores, sobre el peligro de que en Venezuela se produzca un genocidio contra el pueblo de Venezuela, tal cual o perecido a como ocurrió en Ruanda, Bosnia, y otras partes del mundo, donde jamás se actuó a tiempo para evitarlo. Simplemente, la ONU y demás países del mundo, que han podido al menos intentar evitarlo, se hicieron los desentendidos y permitieron que sucediera. Diego Arria, quien conoce muy bien a la ONU, lo recordó y reprocho acertadamente.
En Ruanda en particular, la mortandad fue de casi un millón de asesinados, gran parte de éstos con machetes. Una de las cosas que recuerdo leí de esta matanza, es el hecho de que los asesinos y despiadados hutus, llamaban despectivamente a los agredidos itsus, cucarachas, para descalificarlos, a pesar de que esta última era o sigue siendo la etnia más culta, progresista y educada de ese país. Es similitud no casual, con los chavistas, el que éstos nos llamen despectivamente escuálidos imitando tal detestable conducta.
Lo que no termina de entender, El Grupo de Lima, es el desconocer la razón de lo pasa realmente en: Venezuela, Bolivia, Nicaragua y otros países latinoamericanos, susceptibles, dónde se intentó y se sigue intentado instaurar el marxismo leninismo en países tales como: Argentina, Brasil y Ecuador. No es un simple asalto o golpe de estado para asumir el poder del país. Se trata de algo mucho más grave que eso, lo cual los políticos latinoamericanos ya han debido haber asimilado y entendido desde que Cuba se hizo comunista, allá por los años 60 del siglo pasado. ¿Por qué no protestaron en aquel entonces y los trataron como héroes, es un punto de atención a revisar, por América?
Se trata simplemente, que el marxismo leninismo mundial, liderado por China, Rusia, Corea del Norte, entre otros, donde Cuba sería el representante regional, han decidido, contra viento y marea, imponer tal sistema de gobierno y de vida en Latinoamérica, con el propósito final de intentar destruir al sistema mundial de gobierno democrático y al sistema económico capitalista, así como toda forma y estilo de vida, típico del mundo occidental.
La OEA, creyó erróneamente, que con sacar a Cuba de ese organismo defensor de la democracia, la amenaza del comunismo en América se extinguiría y Cuba regresaría a la democracia, lo cual fue un histórico error de cálculo, tanto de los EE.UU., como de la Latinoamérica democrática. Aprovecho la oportunidad para advertir al pueblo de México que mantenga la guardia en alto, respecto a la influencia interna del marxismo leninismo en su país.
El Grupo de Lima, ha dado declaración falsa y mal intencionado, sobre el secretario general de la OEA, quizás con la intensión de intentar propiciar removerlo del cargo, donde ha hecho un trabajo extraordinario, en pro de Venezuela. En mi opinión, y quizás en la de muchos venezolanos, quienes no deseamos quedar atrapados indefinidamente en el marxismo leninismo, y preferimos cualquier tipo de solución, sea esta pacifica, negociada o armada, para liberarnos de este infierno que vivimos los venezolanos. Debido a que tal Grupo de Lima no ha aportado mucho, en la búsqueda de soluciones concretas para liberarnos del marxismo leninismo, lo deseable sería que se disolvieran y dejaran de “ayudarnos” en forma conveniente para el régimen dictatorial de Venezuela.
Si los políticos de la región latinoamericana no entienden el problema que hoy día confronta Venezuela, y América, es referible que no se inmiscuyan, en nuestros asuntos, puesto que con tantos errores y omisiones cometidos, en lugar de salvarnos nos hunden y condenan cada vez más.
En lo particular, prefiero la ayuda europea y norteamericana a la latinoamericana, puesto que éstos últimos, en mi opinión son claros, sinceros, pragmáticos y determinantes en sus opiniones y actuaciones, que es lo que pide el pueblo de Venezuela. Es notorio y publico el interés y dualidad del latinoamericano respecto a sus políticas “ambiguas”, de tirar la piedra y esconder la mano. Es mi opinión personal, por lo tanto que he visto, que sucede en nuestro continente.
Condenar a un pueblo a morir masiva y lentamente, por el prurito de no inmiscuirse abiertamente en soluciones armadas, y de fuerza, da mucho que pensar de éstos líderes de pacotilla, del Grupo de Lima, que prefieren restearse con el régimen chavista y estimularlo a seguir delinquiendo, traficando drogas, matando y robando, mintiendo, y burlándose, puesto que pareciera que sus valores e idiosincrasias políticas estarían invertidos o encontrados. Se sabe del horror de las guerras, y toda persona racional las rechaza por principio y como única solución, pero es que las libertades son tan valiosas, sagradas e indispensables para un auténtico demócrata, que cuando no existe otra salida a nuestra situación, quizás bien valdría la pena luchar y morir por estas libertades.
En estos momentos, la población de Venezuela sometida por el comunismo, no puede estar pensando mucho en la diplomacia, para resolver su problema puesto que es sabido, que las salidas diplomáticas tienen muchas limitaciones, las cuales los tiranos las conocen muy bien, y se aferran a estas para cometer sus genocidios a la vista del mundo. Al menos esta es una de las grandes experiencias y aprendizajes que nos dejaron la 1ª y 2ª guerra mundial, puesto que fracasó la diplomacia y los tiranos que empezaron, tales guerras, se aprovecharon de esta debilidad para atacar primero. Pregunto: ¿Es que acaso los líderes políticos son tan ingenuos o alcahuetes como para no darse cuenta a tiempo y actuar para prevenir que hacer para defenderse? Les dejo este último dilema para que razonen y reflexionen sobre el concepto de la no intervención armada en países donde existen conflictos entre sus ciudadanos y donde el gobierno es violador de los derechos humanos y asesino de su propio pueblo. ¿Es que acaso, los dictadores criminales tienen luz verde para delinquir, y matar, sin que los ciudadanos tengan opciones para actuar y defenderse según su criterio y ante la vista y complicidad de los demás gobiernos del mundo? No me parece que esto sea lícito ni aceptable, ni tolerable.
Guillermo A. Zurga