Exan Hope, de 19 años, quiere que «el asesino o asesinos» de su madre «tengan lo que se merecen», según recogió hoy el diario británico «Sunday Mirror».
«No comparto las políticas de Donald Trump y nunca le apoyaré, pero me gustaría que planteara el caso de mi madre con el presidente ruso», afirmó.
«Necesitamos justicia para mi madre», agregó el joven.
Dawn Strugess, de 44 años, y su pareja, Charlie Rowley, de 45, resultaron envenenados por un pequeño bote contaminado con Novichok el pasado 30 de junio en la localidad de Amesbury (Inglaterra).
Rowley continúa ingresado en «estado grave», mientras que Strugess no pudo sobrevivir a los efectos del veneno, fabricado por la Unión Soviética entre los años 70 y 80.
Se trata del mismo agente nervioso con el que el exespía Sergèi Skripal y su hija Yulia fueron atacados el 4 de marzo en la vecina localidad de Salisbury.
El Gobierno británico culpó de ese incidente a Rusia y ahora la policía británica investiga sobre la hipótesis de que los dos sucesos estén relacionados.
Según señaló ayer el jefe de la policía antiterrorista del Reino Unido, Neil Basu, estas pesquisas son de las más «complejas y difíciles que a las que se ha enfrentado nunca» la policía británica.
EFE/ FR
