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El silencio derrotó al régimen

El silencio del 30J es la expresión categórica de la deserción del chavismo en contra de una dictadura militarista que aterrada por perder el poder político, creó diversos modos de persecución que fueron neutralizados por la vía inteligente del silencio. Silencio que preocupa hoy al bestiario encabezado por Nicolás Maduro y Padrino López ya que la abstención, como pausa- rechazo a la supuesta jornada electoral tiene un significado que no puede ser jamás desestimado. El significado es simple rechazo definitivo, consistente y brutal a la revolución, el silencio es igual a ‘‘fuera Nicolás Maduro’’.

El silencio del otrora chavismo bullanguero se convirtió en un silencio de reposo y de enmudecimiento, para que sepan quienes todavía pretenden imponer el comunismo marxistoide en Venezuela, que se equivocan hasta con quienes formaron parte de sus huestes. El silencio del 30J es la expresión de mayor elocuencia por la tristeza que sienten los antiguos partidarios de una ridícula diana tomada prestada de manera absurda a los símbolos del elemento del antiguo Estamento Militar, para convertirla en zafarrancho de lo que se entendía como la pulsión militarista en el ejercicio del poder.

El silencio contrario al anterior zafarrancho, ese silencio que amordaza, que enmudece políticamente a los antiguos chavistas, le está diciendo a los equivocados del 30J -que inventaron 8.029.320 votantes – que ese número es una farsa. Como es toda una farsa el régimen impuesto por unos golpistas cobardes e inmorales, que enloquecidos por la vía del golpe de Estado en el 92, creyeron que iban a lograr un cambio social por la vía de la lógica del mandato vertical. Esos hoy supuestos militares que no entendieron el silencio y apoyaron a un CNE irresponsable y farsante serán juzgados por la historia y por las leyes de la República.

El silencio destruyó la parodia de Nicolás-Padrino que se atrevieron a señalar que el evento montado por el CNE había transcurrido en paz, ¡farsantes! se les olvidó que en el momento de su presentación habían muerto 16 venezolanos más, mártires y héroes, que en su gesta por derrotar la dictadura recordaron el planteamiento de los libertarios de que ‘‘la lucha de pocos vale por el futuro de muchos’’, es decir, la agudeza y coraje de Neomar Lander. La Parodia de Padrino López será recordada en el mundo, ya no por los 16 muertos, sino que se conocerá por vía del cálculo de un irresponsable CNE que multiplicó 1 por 13.

El silencio reflexivo de los desertores del chavismo permite que se entienda que, además de fortalecerse la ‘‘resistencia democrática’’, comienza un proceso de crecimiento por la democracia. La democracia cuyo significado por su noción de justicia, conduce a la posibilidad de mostrar que hay nuevos demócratas, el derecho a denunciar a quienes pretenden imponernos el comunismo y la posibilidad de publicar que Venezuela se niega con todos los derechos constitucionales, ético e históricos a que se imponga la ecuación retrograda del marxismo, y mucho más, con la desgracia de un inmoral y cobarde Partido Político en Armas que expresa la regresión político-militar de la República.

El silencio como reproche se hace taciturno y hermético, y refleja la rebeldía que como fuerza moral crea una energía para el cambio. El cambio en el individuo, el cambio en la convicción hacia la democracia, y el cambio político que ya ahoga a una sociedad que en resistencia democrática, está dispuesta categóricamente desobedecer a quienes hoy en una dictadura militarista constituyen la regresión y atraso de un país que bien merece una suerte mejor. Rebeldía como fuerza moral que se suma al triunfo mundial del 7.676.894 que si fueron participaciones reales, y que dibujan la decisión rotunda de la ciudadanía, que es quien decide, a que se reinstale la democracia liberal. El silencio como reproche más la rebeldía como fuerza moral, completan el cuadro que facilitará el triunfo de la civilidad frente a la barbarie de Nicolás Maduro.

El silencio también estuvo presente en un elemento armado que no aparece en pantalla, que casi es imperceptible por cuanto a lo interno del cuerpo armado, el comisario político, el caporal y el delator lo asechan, lo persiguen y lo delatan. Y estas causales obligan a que supuestos hombres armados Raíces-Sanas se encapsulen en un cuerpo que entiende como desgracia y retroceso de aquella institución que otrora fue responsable por la defensa del Estado-Nación. Ese silencio militar, atado al silencio de quienes engrosan ahora el planteamiento democrático, se hará presente para categóricamente decidir como el silencio como sigilo y como reposo, evolucionará a ser bronca y protesta para consagrar el renacimiento de la democracia liberal en Venezuela en el 2017. @jmachillanda
José Machillanda