Inicio Venezuela Entre el 16 y 30 de julio: La muerte de Venezuela

Entre el 16 y 30 de julio: La muerte de Venezuela

El 30 de julio, más allá de lo que ocurra dos semanas antes con la convocatoria con pésimas preguntas redactadas que ha hecho la oposición sobre lo que ellos consideran una acción «vinculante», o sea, independientemente de la cantidad de electores que vayan a apoyar dicho evento de consulta, comenzará no sólo la destrucción oficial de la república, sino que honestamente, por primera vez, me convertiré en un ser pesimista ante lo que considero pasará en la tierra de Bolívar.

De instalarse la «constituyente» madurista, y me perdonan quienes se sientan ofendidos con mis palabras, Venezuela entrará en una profunda dictadura disfrazada en una seudoconstitucionalidad. No tengo dudas que ocurrirán muchos abusos en nombre de quienes representando al madurismo, dirán que es la «verdad» y la «justicia». Luisa Ortega Díaz será destituida como fiscal general de la República, y tal vez sea encarcelada. La mayoría de funcionarios del ministerio público también serán destituidos, so pretexto de «reestructuración» de esa dependencia, y otros tendrán el beneficios de «jubilaciones» con el propósito de convertir tan importante institución en una gacela de panegíricos y zascandiles garantes del «derecho» que sea acorde con las necesidades del madurismo.

La Asamblea Nacional será disuelta, y sólo le quedará sesionar en la clandestinidad. Algunos de sus diputados también serán privados de libertad, bajo el remoquete de «golpismo y desestabilización» fundados en «crímenes de odio», para lo cual bastará un «decreto», que los condene ipso facto, con aval de los «magistrados» del Tribunal Supremo de «Justicia» (TSJ) por 40 años, tal y como lo «sugirió», por no decir, ordenó, Nicolás Maduro.

Como ya lo dijimos¹, el período presidencial será llevado a ocho años, y se «permitirá» a Maduro que complete este «primer periodo» (2013 – 2021) para lo cual, ya está redactada la interpretación y sentencia correspondiente desde la «constituyente», cuyo aprobación del TSJ, también estará en plena consonancia con lo que ellos, llamarán el «poder originario». Irónicamente, ese proceso, lo harán procedimental bajo el articulado de la Constitución de 1999 que terminará siendo asesinada por los maduristas. Sobre gobernaciones, las mismas continuarán a flote con las reglas que dictamine esa «constituyente» en el ámbito electoral, y dependiendo de la respuesta que los sectores antimaduristas realicen sobre posibles inscripciones de candidaturas. Una de ellas, será designar las 8 regiones del país, con igual número de «vicepresidentes», quienes estarán por encima de esas gobernaciones, las cuales convertirán en cascarones vacíos y sin importancia políticas. De las alcaldías sólo quedará el recuerdo, porque se instaurarán las «comunas».

El madurismo tendrá luz verde para explotar inmisericordemente la amazonia venezolana con sus nuevos socios capitalistas, mientras los imperios ruso y chino terminarán por desangrar nuestras riquezas petroleras, sobre la base de contratos leoninos para el país, aunque Hermann Escarrá diga que van a «nacionalizar» las empresas mixtas.

Todo el sistema de educación de institutos privados estará en una simbiosis de «administración mixta», en la cual quien no se someta sobre los designios de Maduro, pues sólo le quedará como alternativa, el abandono o la cárcel en relación con sus accionistas. Y los estudiantes tendrán que comprender que en sus aulas, aunque hayan compartido las mismas con un grupo de compañeros, deberán ver caras nuevas, es decir, un mayor número de colegiales, quienes serán llevados a tales planteles o universidades conforme lo determinen los ministerios «educativos» correspondientes.

Igual ocurrirá con la mayoría de las pocas empresas y comercios que aún sobreviven a la terrible crisis económica; verbigracia, deberán ser administradas con funcionarios que designe el gobierno y los trabajadores tendrán que conformar los grupos «patrióticos» y «revolucionarios». O sea, deberán plegarse a la voluntad madurista si quieren «mantener» sus empleos. En cuanto a la administración pública, todo está servido para transformarla en una bazofia de «leales» y «sumisos» al «líder». Quien no esté dispuesto, y eso incluye a los docentes, serán arrasados por los nuevos consejos «comunales de la educación». Obvio que la educación quedará reducida en cenizas, porque los graduandos que salgan en todos los niveles serán doctores, licenciados, abogados o bachilleres que ni siquiera serán capaces de redactar un ensayo, y menos realizar alguna investigación con los preceptos universalmente aceptados o, por el contrario, con tesis o teorías que irrumpan nuevas formas de conocimiento. Simplemente graduaremos «Individuos» que juren fidelidad al madurismo.

Los medios, o los pocos que aún se mantienen de pie contra el madurismo, serán eliminados. Sólo existirán diarios al estilo de «Vea» o «Últimas Noticias». Sobre los medios y portales digitales como Asamblea Popular Revolucionaria (Aporrea), no podrán publicarse artículos que «atenten» contra lo que el madurismo considere son líneas desestabilizadoras, so pena de bloquear los espacios. ¿Para qué referirnos sobre lo que podría ocurrir con Twitter o Facebook?

Lo que el gobierno ha llamado plan «chamba juvenil», cuyo auténtico nombre debería ser vagancia juvenil, son la legalización de los grupos violentos, quienes en consonancia con la «revolución», podrán afrontar con máxima impunidad cualquiera que se atreva a criticar o disentir del madurismo. Sería pleonástico recordar que si el gobierno no ha podido con la delincuencia durante casi cuatro lustros, ¿Qué pasará ahora que muchos de ellos, actuarán sobre ese remoquete de «chamba juvenil»?

La salud será enterrada en los términos de vida. Si en la actualidad los niños nacen en cunas de cartón o los pacientes que sufrimos de convulsiones o problemas visuales, carecemos de medicamentos o hasta de un simple colirio, sin obviar, quienes sufren enfermedades crónicas, o están obligados a dializarse o necesitan equipos especiales para sus trasplantes, ninguno sobrevivirá a la barbarie. Los pocos médicos egresados de lo queda de nuestras golpeadas pero reconocidas universidades se irán del país, aunque la «constituyente» les invente algún tipo de «ciclo obligatorio asistencial». Sólo quedarán «médicos integrales comunitarios»; cuya mayoría, dejan mucho que desear, no sólo en sus conocimientos básicos de anatomía, sino en su pobre expresión oral y escrita, incluso aunque ésta sea en el plano biológico y asistencial.

Con la «constituyente» Nicolás Maduro pretende perpetuarse en el poder con «militares» cómplices de la destrucción del país en el medio de una interminable inflación, sometiendo al pueblo con el hambre para «constitucionalizar» una bolsa de comida y un disfrazado del carnet oficialista llamado de «la patria», para obligar a los ciudadanos que se sometan a perversas prácticas de clientela política. Lo impredecible podría volverse más leonino si Diosdado Cabello llegara a la presidencia de esa «constituyente» porque desataría todo su odio contra quienes rechazamos el madurismo y no pensamos subyugarnos ante dictatoriales formas de existencia.

Lo que nos viene a los venezolanos es el Apocalipsis. Venezuela se convertirá en la Siria de América Latina porque nada, absolutamente nada va a quedar en pie. Si se instala la «constituyente» el 30 de julio, aunque la oposición con su controvertido y fatuo «plebiscito» mostrara al mundo más de 4 millones de venezolanos, todo quedará servido para la muerte de Venezuela. Sería el inicio de la guerra civil. A propósito de ser ciego. Quien tenga ojos que vea.
Javier Antonio Vivas Santana

Ref: ¹https://www.aporrea.org/ideologia/a248827.html
Fuente: https://www.aporrea.org/actualidad/a249171.html