La petición está incluida en una carta dirigida el 30 de octubre por Geoffrey S. Berman y otros fiscales del Departamento de Justicia al juez federal Torres, a la que Efe tuvo hoy acceso.
En la carta al juez que está por ahora a cargo del caso, los fiscales subrayan que Sayoc, que enfrenta cinco «graves» cargos federales y todavía es «probable» que reciba nuevas acusaciones, «debería permanecer detenido» hasta el juicio, debido a su «peligrosidad para la comunidad y el riesgo de fuga».
Y le piden a Torres que después de una audiencia fijada para este viernes el tribunal transfiera al acusado al Distrito Judicial Sur de Nueva York para que afronte «las consecuencias de sus acciones».
Los fiscales exponen después el «peso de la evidencia» en contra de Sayoc, quien, según dicen, empezó a preparar sus ataques en julio pasado, así como «su historia personal y características» para apoyar la petición de que no sea puesto en libertad bajo fianza.
Mencionan que tanto en una computadora portátil como en su teléfono celular está registrado que hizo búsquedas en internet de las direcciones de personas a las que fueron dirigidos los paquetes explosivos localizados.
También se hallaron en el teléfono fotografías de algunos de ellos y en algunos de los paquetes se encontraron huellas dactilares y rastros de ADN que son compatibles con los suyos.
Los dos últimos de los quince paquetes enviados hasta ahora fueron descubiertos después de la detención de Sayoc, indican.
Sayoc, de 56 años, fue detenido el pasado viernes en Plantation (sur de Florida) y este lunes compareció por primera vez ante el juez Torres en Miami, pero invocó su derecho a permanecer callado.
Ninguno de los artefactos explosivos que envió al expresidente Barack Obama, el exvicepresidente Joseph Biden, la excandidata presidencial Hillary Clinton, la sede neoyorquina de CNN, el actor Robert de Niro, el millonario inversor George Soros y miembros del Congreso, entre otros, estalló.
Según informó el día de la detención de Sayoc el FBI en su Twitter, los artefactos dentro de los paquetes estaban formados por un tubo plástico, un pequeño reloj, una batería, cables y un material «energético», que es un «potencial explosivo» y reacciona al calor, la fricción o una sacudida.
EFE/ FR
