Inicio Venezuela Genocidio: Consentido por ONU y apoyado por socialismo, guerrillas y narcotráfico

Genocidio: Consentido por ONU y apoyado por socialismo, guerrillas y narcotráfico

Cuando la historia mundial se reescriba, los que tengan la oportunidad de leerla, se encontraran con cosas que antes no sucedían. Por ejemplo, antes las guerras eran políticas, por asuntos territoriales, racismo, étnicos y por asuntos económicos; y en algunos casos por principios. Tales guerras, tenían una explicación por la general sencilla y clara.
Igual sucedía con los genocidios, los cuales tenían siempre una justificación para los que los iniciaban y ejecutaban: Odio racial y étnico, políticos para permanecer en el poder, y económicos para arruinar y sacar de la competencia a un enemigo más.
Detener el genocidio y saqueos a la economía del país, que se comete y promueve aun en Venezuela, con la vista gorda de la ONU volteando la cara a un lado, el socialismo mundial apoyando tal genocidio (China, Rusia, Cuba, Corea del Norte), las guerrillas colombianas (FARC, ELN) aliadas éste para estabilizar gobiernos democráticos, el narcotráfico (latinoamericano), para defender su “derecho” a ganar dinero delinquiendo y el terrorismo internacional (Irán, Hezbolá, y el radicalismo Árabe) con la pretensión clara de desestabilizar a los EE.UU. Todos estos elementos y factores, anteriores impiden tácitamente que el cese al genocidio y el cese a la usurpación del gobierno por el chavismo y se devuelva a Venezuela su democracia. Por el contrario, han resultado factores de apoyo a la narco dictadura chavista, para pretender perpetuarse en el poder, y continuar con su plan maestro de contribuir e intentar destruir y debilitar a los EE.UU. y a nuestras democracias.
En la medida en que se va profundizando en definir e intentar detener la catástrofe de Venezuela, van apareciendo elementos políticos, económicos, diplomáticos colaterales que apuntan hacia un problema aun mayor que el de Venezuela, puesto que este pareciera que abarca un objetivo aun mayor que el de apropiarse de un país, como el nuestro.
En su declaración de guerra al imperio norteamericano y al capitalismo, tanto de parte Cuba en el siglo XX, como de Venezuela en el siglo XXI, han debido darnos una pista cierta y creíble para intentar frenar tales pretensiones, de 2 naciones minúsculas como Cuba y Venezuela, quienes indudablemente estaban apoyadas por China, Rusia e Irán y el mundo socialista y delincuencial, reunidos todos estos, en una conspiración mundial contra el mundo libre occidental. Precisamente, esa declaración de guerra económica contra los EE.UU., anunciada por los países de China y Rusia, “coincide” precisamente con el problema de Venezuela. Lamentablemente para el mundo en general, tal guerra ha ido escalando progresivamente alarmando al resto de las naciones inocentes de ésta; puesto que al final de la misma, todas las naciones saldríamos perdedoras, dada la interconexión y complementación mundial que existe alrededor de la economía mundial.
Ante una situación tan grave y escabrosa, a nosotros los venezolanos solo nos toca actuar y rezar. Actuar apoyando a la oposición bajo el control de la AN y su presidente Juan Guaidó, en sus llamados a continuar con las protestas y solicitud del cese a la usurpación. Y permanecer conectados con el mundo libre que nos apoya, en la búsqueda de una solución pacífica, viable, rápida y definitiva.
Rezar, para que de las diversas soluciones que existen sobre la mesa, al final salga alguna de éstas y se logre convencer o persuadir al régimen chavista, bajo la presidencia usurpada por Nicolás Maduro, de la necesidad de renunciar al poder, para la tranquilidad mundial.
La última opción, la cual aún continua sobre la mesa, la de la acción armada, no la descartaría, de un todo, puesto que tal como lo he explicado; no se trata solo de Venezuela, se trata de una nueva y 2ª Guerra Fría, azuzada y provocada por los países enemigos del mundo libre occidental, cuyas intenciones finales desconocemos, puesto que estarían constantemente contradiciéndose en sus posiciones, como una forma de jugar al ajedrez, esperando una debilidad de los EE.UU., y pretender darle jaque mate.
Mientras tanto, en Venezuela sigue muriendo diariamente su población, por causas diversas; donde la desnutrición, la tristeza, la impotencia, las variadas enfermedades, la violencia delincuencial y la presencia del régimen en el país, las promociona o produce en una forma de exterminio dadas las enormes deficiencias de falta de servicios básicos existentes en el país, debido a que el mismo, está incapacitado para atenderlas y corregirlas, puesto que está enfrascado en negar la realidad, de la necesidad de abandonar al gobierno, por no poder administrar a un país destruido por ese mismo régimen gubernamental, que pretende seguir destruyéndole hasta sus cenizas. Las muertes en Venezuela se han acelerado a un ritmo inusual. De la misma no escapan niños, jóvenes ni adultos, hombres ni mujeres; puesto que en todas esas clases, se producen decesos inverosímiles, que antes no sucedían tan normalmente como ahora.
Venezuela no tiene por qué pagar los platos rotos de potencias mundiales ambiciosas enemigas de la democracia y de los EE.UU., inmersas en nuestra nación por negocios ilícitos, sin la aprobación del pueblo. Tampoco nuestro pueblo, le ha solicitado a Cuba que invada nuestro territorio y mantenga tropas armadas y espías en el país. Tenemos el derecho a vivir sanamente en paz y según nuestros destinos propios. Con que derecho Cuba se atreve a atropellar a Venezuela, sin nuestro consentimiento. Salgan de nuestro país, facilítennos recuperarlo pacíficamente, antes de que sea demasiado tarde.
Hemos perdido 20 años de crecimiento económico positivo, que hace mucho daño a nuestra economía, y a nuestro pueblo. Nuestras arcas están vacías y nuestras reservas ya no están. PDVSA la gallina de los huevos de oro, ha sido trágicamente destruida gracias a sus malévolas y perversas manipulaciones e intenciones. Ese argumento de que lo han hecho para el pueblo, por el pueblo y por voluntad del pueblo; es una enorme mentira, puesto que éste pueblo les rechaza y condena. Destruyeron a toda una generación y les han robado su futuro, puesto que a esta generación, nacida bajo sus gobiernos, les han robado perversamente sus sueños. Déjenlos y permítanles que al menos recuperen sus vidas y vuelvan a soñar como adultos, ya que como niños no pudieron hacerlo.
Guillermo A. Zurga