Machado, de 64 años, se encontraba abandonado en las afueras del Hospital Universitario de Maracaibo. Se le brindó atención médica inmediata.
Sobre sus propias heces y orina, rodeado de abundantes moscas, vestido con batas quirúrgicas y suplicando agua y comida. Así estaba al mediodía de ayer Machado.
“Yo solamente quiero que me atiendan y me den agua y comida por favor”. Repetía ayer ante la mirada de curiosos que no hacían nada.
Algunos trabajadores del HUM, quienes prefirieron no identificarse, dan fe del testimonio de Machado. “Es cierto que el vino el sábado y se le atendió pero, no sabemos que pasó después, ni por qué está tirado allí”.
Al preguntarle si tenía hijos o algún familiar al que pudiera notificársele de su estado manifestó “Yo vivo en la calle, no tengo a nadie que vea de mí. No le duelo ni le importo a nadie. Mira como estoy todo embarrado de pupú. No puedo moverme. No me valgo por mí mismo”.
Familiares de varias personas que eran atendidas en el hospital se acercaron y le brindaron al abuelo un poco de comida.
No podía ni siquiera sentarse. Nadie se atrevía a tocarlo. El olor era muy fuerte. Le dejaron agua a un lado.
Fuente: Panorama / EKB
