Inicio Venezuela La altura de Cochabamba, primer rival de los atletas venezolanos

La altura de Cochabamba, primer rival de los atletas venezolanos

Por: Robert Araujo. Enviado especial. Los micrófonos y las grabadoras rodeaban al taekwondista Edgar Contreras en medio de un dojo de Cochabamba, tras terminar la sesión de entrenamiento con la selección. El calor atiborraba el recinto y las gotas de sudor de su cara así lo denotaba. Cuando apenas contaba sus planes para los XI Juegos Suramericanos, en los que aspira ganar su primera presea en la justa, sintió que perdió la audición de su oído izquierdo.

Enseguida pidió parar la entrevista y comenzó a hacer muecas con la boca, a bostezar, a inflar los cachetes para reponer las funciones del oído. «No me escucho ni yo mismo», dijo. Él sabía que nuevamente había sido víctima de los efectos de la altura de Cochabamba, calculada a más de 2.500 metros sobre el nivel del mar.

Cochabamba, situada a 380 kilómetros de La Paz, es una ciudad de ritmo lento para los turistas. Los lugareños recomiendan a los visitantes caminar a paso lento, beber bastante agua y utilizar protector para los labios, que suelen irritarse por la baja temperatura que se presenta en las noches y horas de la mañana.

La altura golpea a la mayoría, menos a los habitantes. Yoel Finol, medallista de bronce en Río 2016, confiesa que la altitud le produjo sangrado por las vías nasales los primeros días que llegó a la ciudad junto a otros 12 boxeadores. Al correr, dice, sentía fatiga en el cuerpo.

Los efectos que sienten los atletas se debe a la disminución de la presión atmosférica, lo que ocasiona una reducción de la presión ambiental y deja como saldo que la presión de oxígeno en la sangre disminuya.

Al tener menos oxígeno, se presenta dificultad para respirar, fatiga, dolor de cabeza, nauseas y hasta una aceleración en el pulso.

Antes de viajar a suelo boliviano, varias selecciones se aclimataron en Mucuchíes, Mérida, donde la altura supera los 2.900 metros y el clima es similar al de Cochabamba, una ciudad fundada en 1.574 en la que habitan 1,7 millones de bolivianos.

«Esa preparación nos va a favorecer porque Chochabamba es un poco más bajo. No hubo sensación de mareo ni desvanecimiento y se dieron entrenamientos bastante fuertes», dijo a AVN la esgrimista Liz Rivero, integrante del equipo de florete femenino.

En los XI Juegos Suramericanos, que arrancan este sábado y terminarán el 8 de junio, estarán en disputa 35 disciplinas, de las cuales 15 otorgarán clasificación directa a los Juegos Panamericanos de 2019 de Lima, Perú.

AVN/ MC