«Confiamos en que los nicaragüenses serán capaces de encontrar una salida a esta crisis», dijo Guterres, preguntado al respecto en una conferencia de prensa en Naciones Unidas.
El jefe de Naciones Unidas advirtió de que la población está «sufriendo enormemente» y defendió que Nicaragua se «beneficiaría de un nuevo consenso».
En cuanto a la respuesta de la ONU a la situación, Guterres recordó que la organización ha estado «promoviendo de forma consistente el fin de la violencia y el diálogo» y dijo que está colaborando con la Organización de Estados Americanos (OEA).
Este miércoles, en un comunicado, Naciones Unidas expresó su preocupación por la crisis y deploró «la pérdida de vidas en las protestas y el ataque contra mediadores de la Iglesia Católica en el diálogo nacional».
«El secretario general reconoce el importante papel de mediación de la Conferencia Episcopal Nicaragüense e insta a todas las partes a respetar el papel de los mediadores, abstenerse del uso de la violencia y comprometerse plenamente a participar en el diálogo nacional para desescalar la violencia y encontrar una solución pacífica a la crisis actual», dijo el portavoz de Guterres, Stéphane Dujarric, en esa nota.
Según datos de organizaciones humanitarias locales, al menos 351 personas han fallecido en Nicaragua desde que en abril arrancaron las protestas contra el Gobierno del presidente Daniel Ortega.
EFE/ MC
