Inicio Venezuela La Revolución: 100 Años

La Revolución: 100 Años

Este año se cumplen 100 años de un evento muy importante para la Historia de la Humanidad, la llamada Revolución de Octubre en Rusia, según el calendario juliano, usado en ese país.

Es importante porque esa revolución rusa constituye el más grande experimento social jamás realizado. Se inicia con los socialistas utópicos como Owen, Saint–Simón, Fourier entre otros; unidos por sus críticas al sistema capitalista; que conocieron en su fase más dura, la fase inicial. Ellos tuvieron una tendencia claramente humanitaria, pero sin el análisis exhaustivo, metodológico y científico que haría Karl Marx, creador, junto a Friedrich Engels, del socialismo científico, que estudia el capitalismo con fundamentos epistemológicos, históricos, económicos y sociológicos.

Sin embargo la revolución rusa se aparte en aspectos importantes de la teoría marxista. Marx consideraba que el socialismo surgiría como el paso siguiente al capitalismo industrial, en países con una importante masa obrera, con sindicatos y una clara consciencia de clase. Sin embargo, la sociedad rusa de finales del siglo XIX y principios del XX distaba mucho de ser una sociedad industrial o capitalista. Rusia era un país fundamentalmente agrícola, con una estructura social inmersa en tradiciones feudales, grandes terratenientes, siervos unidos a la tierra y un gobierno absolutista, ajeno al progreso económico, político y social del resto de Europa. Sin embargo, Lenin, Trotsky y otros revolucionarios decidieron ignorar esas menudencias y dar el salto de una sociedad feudal a una sociedad post-capitalista, socialista.

El proceso se inicia en 1905. La derrota rusa en la guerra contra el pequeño y recién modernizado Japón creo malestar en el país, obligado a pagar altos impuestos, pasando hambre para financiar la guerra y sacrificando sus jóvenes en las batallas. Esto se reflejó en huelgas, manifestaciones y rebeliones, duramente reprimidas. Al final, el gobierno realizó algunas concesiones, como la creación de la Duma (parlamento), pero luego manipulando la “situación de emergencia” dejó sin efecto el poder de la Duma, finalmente disuelta y el Zar siguió gobernando por decreto.

Para 1917 Rusia participa en la Primera Guerra Mundial, sufrió graves derrotas, perdió muchas vidas y trajo hambre y miseria al pueblo. Esto trajo una nueva oleada de manifestaciones, huelgas y rebeliones que finalmente lograron, en febrero, la abdicación del Zar y la formación de un gobierno socialdemócrata cuya principal figura fue Aleksandr Kerenski, protagonista en la abdicación del Zar; pero con los soviets ejerciendo una fuerte influencia con milicias obreras.

Aquí es donde la Historia nos hace un guiño y se ríe. Kerenski promete que Rusia cumplirá su compromiso con los Aliados y continuara la guerra contra los imperios centrales. El capitalista e imperialista Káiser Guillermo II quien quería que Rusia abandonara la guerra, considera a Kerenski su enemigo; Lenin, estaba exiliado en Suiza, era enemigo del gobierno socialdemócrata de Kerenski. Como el enemigo de mi enemigo es mi amigo se produjo una alianza antinatural entre el revolucionario y el emperador, que permitió un salvoconducto para que Lenin y su grupo de revolucionarios atravesara las líneas alemanas y pasara a Rusia para derrocar el gobierno, así como un fuerte financiamiento alemán para ese fin. A cambio se exigió que una vez en el gobierno, Lenin retiraría a Rusia de la contienda.

Y así ocurrió. Lenin llegó a Rusia con el visto bueno y el financiamiento alemán, realizó un golpe de Estado antes de la realización de una Asamblea Constituyente que hubiera legitimado a Kerenski; tomó el poder y Rusia firmó la paz con Alemania. Esta es la Historia, pero, ¿Y las consecuencias?

El experimento social que llevó adelante Lenin y su grupo tuvo apoyo de los radicales pero también tuvo una fuerte oposición por parte de la clase media y los campesinos.

El gobierno expropió las fábricas, las tierras, las empresas; eliminó el derecho a huelga por considerarlo “contrarrevolucionario”, privando a los obreros de su mecanismo natural de reclamo; reprimió con dureza a los que defendían su derecho a la propiedad, a la libertad de expresión, de movilización; suprimió el derecho a su herencia cultural y lenguaje de los pueblos dominados, bálticos, ucranianos, georgianos y asiáticos; redireccionó todos los recursos a la industria pesada y al armamentismo, cubriendo las necesidades básicas de la población pero sin consideración con su bienestar. Con Stalin la situación empeoró. Cerca de 3 millones de personas murieron de hambre en el Holomodor, el genocidio ucraniano, por rebelarse contra la colectivización; 300.00 personas fueron deportadas a Siberia en el Surgun, el genocidio de los tártaros de Crimea, la mayoría murieron o emigraron a otros países, algunos descendientes regresaron, pero no se les ha reconocido sus derechos; sin contar los rusos muertos durante las purgas.

Muchas personas dicen que eso no es el socialismo, pero resulta que así ha ocurrido en TODOS los países donde se han implantado regímenes socialistas, como Alemania Oriental, Hungría, Checoeslovaquia, Polonia, Cuba, Corea del Norte, Afganistán. No solo eso, Las fuerzas militares soviéticas han invadido y reprimido a sus aliados cuando estos han tratado de establecer gobiernos más moderados, más liberales, más humanos, como se demostró en Hungría, Checoeslovaquia, Afganistán. Realmente esa es la esencia del socialismo, es el socialismo real.

No ha existido un país socialista que haya dado bienestar a su pueblo; han tenido que construir murallas para que su población no huya; la Unión Soviética controlaba la mitad de Asía y la mitad de Europa, una gran potencia, nadie podía obstaculizar su progreso, pero su población jamás tuvo bienestar; se desplomó cuando Mikhail Gorbachov redujo la represión, el pueblo solo esperaba una oportunidad para salir de ese régimen. Igual Alemania, Polonia, los países de Europa Oriental.

¿A 100 años del experimento social más funesto de la Humanidad, todavía tenemos en el mundo personas que piensan que el socialismo puede ser la solución a sus problemas y traer la paz y prosperidad a sus vidas? ¿No levantan la vista y miran a su alrededor?
Plinio R. Carvajal H.