El déficit de unidades de transporte los obliga a esperar horas para abordar una unidad, situación que los expone a la inseguridad, la lluvia y el inclemente sol de las tardes.
Pocos autobuses circulan en las principales avenidas de la capital de un país con una crisis social, política y económica que azota millones que abarrotan las acercas de la llama cuna del Libertador.
¿Los más afectados? Las personas de la tercera edad, que se ven en la necesidad de caminar varios kilómetros para llegar a sus destinos pero, al correr con la suerte de conseguir una unidad de transporte, son ofendidos por los choferes quienes ante la falta de fiscalización y supervisión de las autoridades, cobran a los discapacitados y adultos mayores un pasaje ilegal que no está fijado en Gaceta Oficial.
Largas filas de personas adornan las aceras de la Gran Caracas, que deben esperar hasta dos horas para abordar una unidad. ¿Lo más grave? Están a la merced del hampa debido a que la presencia y patrullaje policial brilla por su ausencia como es de costumbre entre semana. No solo deben lidiar con los robos, el sol inclemente o la lluvia bajo horas de cola también es otro factor que incide en la calidad de vida de los ciudadanos.
En paralelo, el Gobierno nacional ha sacado a circular en las vías camiones de carga para trasladar a los caraqueños, una medida criticada por la ciudadanía por el alto riesgo mortal que representa para ellos. Claman por la solución de la crisis económica que permita a los choferes adquirir sus repuestos para poner en circulación las unidades de transporte que mantiene paradas. Insisten en soluciones inmediatas y menos demagogia.
Fuente: caraotadigital
MC
