Inicio Venezuela Masaya da último adiós a un joven nicaragüense muerto en protestas

Masaya da último adiós a un joven nicaragüense muerto en protestas

Al menos dos personas murieron el viernes pasado en Masaya (sureste) durante un violento enfrentamiento en el que las fuerzas policiales usaron armamento pesado, propio de militares, y que se desató después de que Ortega diera un discurso con el que concluyó el festejo sandinista del «repliegue».

El combate tuvo como epicentro el Parque Central de Masaya, donde desemboca el barrio indígena de Monimbó, lugar por el que este lunes llevaron por última vez a José Medina, un joven que «murió por Nicaragua», según decían sus amigos.

La bandera azul y blanca del país centroamericano cubría el ataúd marrón que fue cargado por al menos seis hombres, en su mayoría encapuchados, como normalmente se mantienen cuando vigilan los «tranques» (barricadas) que rodean el barrio, uno de los símbolos del levantamiento popular contra Ortega.

«¡José Medina, presente!», gritaban los acompañantes de la marcha fúnebre en recuerdo del fallecido mientras pasaban por la denominada «Placita de Monimbó», el lugar más icónico del barrio y en donde se detuvieron por unos minutos para cantarle el himno de Nicaragua.

Al menos un kilómetro recorrieron amigos, familiares, conocidos y manifestantes, levantando el féretro a través de continuas barricadas hechas con piedras, árboles caídos, zanjas y vidrios triturados sobre las vías.

Bombas artesanales y de contacto eran lanzadas en lugares despejados como una particular forma de decirle «adiós» al chico que yacía en el ataúd, mientras sus familiares lloraban desconsoladamente durante todo el recorrido.
Nicaragua atraviesa una crisis sociopolítica, la más sangrienta desde la década de 1980, con Ortega también como presidente.

Las protestas contra Ortega y su esposa y vicepresidenta, Rosario Murillo, comenzaron el 18 de abril pasado por unas fallidas reformas de la seguridad social y se convirtieron en una exigencia de renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción.

El estallido popular ha dejado cerca de 360 personas muertas, según organismos humanitarios.

EFE / MV