«A las puertas del año 2018, año 60 de la revolución, nos asombra y llena de orgullo el tiempo transcurrido, en lucha, resistencia, y elevada moral, enseñanzas formidables, y permanente legado de Fidel, de Raúl, y de la gloriosa e invicta revolución cubana», escribió Ortega en una carta que suscribió junto a su esposa, la vicepresidenta Rosario Murillo.
«Nos conmueve profundamente este aniversario 60 de la entrada de Fidel y del Ejército Rebelde a La Habana, no sólo empuñando las banderas de esperanza y justicia, para Cuba, sino para nuestra América caribeña y para el mundo», continuó el líder sandinista.
Según Ortega y Murillo, «estos son tiempos de gran complejidad».
«Decirlo es repetirlo, pero también es pensarlo en todas sus dimensiones y con todas las implicaciones de un mundo donde se alientan los peores sentimientos, se caldean los ánimos, y se da marcha atrás en los propósitos de diálogo, encuentro, paz y desarrollo, que tanto demandamos los pueblos», agregó.
«En este mundo nos corresponde pensar. Pensar en grande. Sentir. Sentir en grande. Usar la inteligencia, la razón, la experiencia, y el análisis que enriquecemos con el aprendizaje de la historia, con tanto heroísmo en la memoria, y tanto futuro que debemos construir», siguió Ortega en la misiva.
«A pesar de los vientos tormentosos, el planeta sigue exigiendo cambios para bien. Las arcas de alianzas siguen buscando aires favorables, propicios para trabajar, creando bienestar, seguridad, prosperidad, paz», añadió.
Ortega consideró que Cuba sigue marcando paso, forjando propuestas y modelos que permiten avizorar, entre luchas y victorias, «el mundo mejor, imprescindible ya, del que tanto habló Fidel».
El mandatario nicaragüense previó que el año 2018 traerá cambios a Cuba.
«Son cambios decididos por el pueblo cubano, en soberanía, independencia, y honra», apuntó.
«Todos esos cambios que vienen de Fidel, de Raúl, del Partido, y de la educación y la cultura del pueblo de Cuba, son esencia de una historia evolutiva, que preserva principios, valores e ideales, y que se plantea objetivos, metas y planes revolucionarios, para seguir cambiando la vida», anotó.
El alzamiento armado contra la dictadura de Fulgencio Batista, que llevó al poder a Fidel Castro, triunfó el 1 de enero de 1959.
Nicaragua y Cuba fueron aliados de la ahora extinta Unión Soviética en los años 80 del siglo pasado.
Las relaciones volvieron a estrecharse cuando Ortega regresó al poder en 2007.
Nicaragua y Cuba son miembros de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América, y de la iniciativa venezolana Petrocaribe.
EFE
PS
