Con una recaudación de 44.5 millones de dólares, el blockbuster de tiburones “Megalodón”, ya exhibiéndose en Venezuela, se erigió, en su estreno del pasado fin de semana, en el más taquillero en Estados Unidos y Canadá, superando apreciablemente las expectativas de la industria, que había calculado que obtendría aproximadamente la mitad de ese total.
En la trama de este filme, un grupo de investigadores científicos logra encontrar el lugar más profundo de los océanos. Mientras descienden en submarino, un mundo desconocido se abre ante sus ojos, descubriéndoles maravillas que habían estado totalmente ocultas para el hombre. Sin embargo, también los espera una criatura que se creía extinta, el megalodón al cual alude el título.
Las cintas de bestias marítimas dispuestas a comerse todo ser vivo que se atreva a sumergirse en sus dominios, parecen estar otra vez de moda. A las recientes “Miedo profundo” y “A 47 metros” se les suma ahora esta espectacular producción, dirigida por el realizador estadounidense Jon Turteltaub (El aprendiz de brujo) y protagonizada por Jason Statham (El transportador, Fast and Furious 8) en el rol de Jonas Taylor, un experto en rescates a gran profundidad que, años atrás, ya se había enfrentado a esta gigantesca criatura. Junto a la hija de un oceanógrafo, deberá superar sus miedos para vencer a uno de los mayores depredadores de todos los tiempos.
Jon Turteltaub vuelve a la gran pantalla con esta película que divierte mientras mete un poco de miedo en el cuerpo. Entre la aventura, la ciencia ficción y el terror con importantes dosis de humor, “Megalodón” enfrenta a Statham, uno de los grandes héroes de acción contemporáneos, contra un enemigo prehistórico de 23 metros que tiene atrapada a una estación subacuática en lo más profundo del fondo del mar.
Tras casi 20 años en los que Hollywood ha intentado adaptar la exitosa serie de novelas escritas por Steve Alten, esta fantástica historia da finalmente el salto al cine con una espectacular producción veraniega, que combina elementos de clásicos como “Tiburón” y “Jurassic Park” con los últimos avances en efectos digitales. Sin duda, se trata de un buen entretenimiento cinematográfico sin mayores pretensiones que la de hacernos pasar un buen rato de miedo y sobresaltos, con alguna que otra dosis de risas, no pocas veces nerviosas.
Aquilino José Mata/ EDC
