Bajo lemas como «Ningún niño es ilegal» o «¿Púdrete Trump!», los manifestantes se situaron en el acceso principal de la sede diplomática estadounidense y mostraron sus pancartas y entonaron cánticos contra la Administración Trump y sus políticas migratorias.
Vigilados por algunos oficiales de Carabineros (Policía militarizada) en el exterior del recinto, los miembros de la Coordinadora Nacional de Migrantes de Chile, junto a las Juventudes Comunistas y otras organizaciones rechazaron la política de separación de familias, pese a que el Ejecutivo de EE.UU. decidió retirarla este miércoles.
Desde el Gobierno chileno, el presidente, Sebastián Piñera, y el canciller, Roberto Ampuero, se mostraron en contra de esa situación antes de que Trump diera marcha atrás con su decisión en materia migratoria tras el gran revuelo mediático y social que se había generado.
«No es forma aceptable» de realizar una política migratoria, señaló incluso Piñera en la mañana del miércoles.
Sin embargo, después de que el mandatario estadounidense retirará ese día esa condición de la ley migratoria, el canciller chileno aplaudió el cambio de parecer de Estados Unidos.
«Este paso que da ahora Estados Unidos nos parece que es un gran paso. Está en sintonía con los principios que plantea el Gobierno del presidente Sebastián Piñera», señaló hoy el canciller en declaraciones a los periodistas durante una visita al norte del país suramericano.
Se calcula que en Estados Unidos unos 2.000 niños han sido separado de sus familias durante un período de seis semanas entre abril y mayo de este año, mientras las autoridades han informado que otros 2.342 menores fueron distanciados de sus padres entre el 5 de mayo y el 9 de junio.
EFE / MV
