Inicio Venezuela Putin y Lagarde se unen contra la amenaza del proteccionismo

Putin y Lagarde se unen contra la amenaza del proteccionismo

«Si antes se ponían en marcha formas clásicas de proteccionismo, como aranceles o subsidios encubiertos, hoy hablamos de una nueva edición de proteccionismo.

Se usan falsos pretextos, que se justifican con la seguridad nacional», dijo en una clara alusión a las sanciones económicas que se imponen de forma unilateral.

Esto se hace «para aplastar a los competidores o arrancar concesiones», agregó durante su intervención en la plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo, en la que también participó Lagarde; el presidente de Francia, Emmanuel Macron, y el primer ministro japonés, Shinzo Abe.

Putin sabe muy bien de lo que habla, ya que sobre Rusia y sobre algunas de sus empresas clave, estatales y privadas, pesan muchas sanciones económicas que contribuyeron al descalabro del rublo, a la recesión que sufrió este país hasta hace menos de dos años, y al raquítico ritmo al que crece su economía en la actualidad.

El último mazazo lo sufrió hace sólo un mes la industria minerometalúrgica rusa a manos de Estados Unidos, que adoptó medidas contra oligarcas próximos al Kremlin que controlan algunas de las empresas más importantes del sector.

«La espiral de sanciones y restricciones que se ha desatado apenas está tomando fuerza, y golpea cada vez a más países y empresas, incluidos a aquellos que estaban seguros de que nunca se verían afectados por restricciones comerciales», subrayó el jefe del Kremlin.

Aquí aludió a los aranceles sobre la importación del aluminio, acero y automóviles con los que amenaza a sus socios europeos el presidente estadounidense, Donald Trump, que exige una reducción del déficit que sufre EEUU en su comercio con la UE, especialmente con Alemania.

Lagarde, muy crítica con las guerras comerciales que pretende desatar la Casa Blanca, advirtió de que «los intentos de algunos de socavar el sistema que ha regulado las relaciones comerciales en los últimos decenios» es la «amenaza más negra» que se cierne sobre la economía global.

«Esta tormenta trata de hacer tabla rasa de las normas que regulan la circulación de capitales, servicios y mercancías.

Es un nubarrón que tenemos que vigilar», agregó.

La directora gerente del FMI coincidió con Putin en que la causa de este problema «está vinculada con la confianza».

«La desconfianza global pone en duda las perspectivas de crecimiento global», dijo el mandatario ruso, quién advirtió que esta actitud «puede retrotraer la economía y el comercio mundiales a la época de la economía natural, cuando cada uno estaba para producirlo todo».

Putin denunció que «violar las reglas se ha convertido en regla.

La apertura de los mercados y la competitividad honesta están siendo desplazadas por todo tipo de obstáculos, restricciones, sanciones».

«Esta conducta de los países, principalmente de los centros de fuerza, puede tener consecuencias muy negativas, si no destructivas, sobre todo ahora que (…) la pérdida de confianza mutua puede solaparse con las turbulencias de los colosales cambios tecnológicos» que tiene lugar en el mundo, añadió.

La buena noticia, según Lagarde, es que «brilla el sol y lanza sus rayos sobre la economía mundial».

La responsable del FMI destacó que, tras un decenio de «duras crisis», se espera que la economía global crezca este año y el próximo un 3,9 %.

Advirtió de que en el pronóstico a corto plazo se observan tormentas, que incluyen «tres grandes nubarrones».

Además del proteccionismo -el más amenazador- Lagarde observó que sólo la deuda pública y la empresarial «supone 162 billones de dólares, equivalente el 225 % del PIB mundial, un nivel de endeudamiento no se había alcanzado nunca antes, «ni siquiera después de la II Guerra Mundial».

Otro peligro, agregó, es la «fragilidad financiera», que «probablemente provocará una fuga importante de capitales de los países emergentes y con nivel medio de ingresos, como resultado, entre otros factores, del endurecimiento de la política monetario-crediticia de EEUU».

EFE/ FR