Inicio Venezuela ¿Qué se determinó con la necropsia del capitán Acosta Arévalo?

¿Qué se determinó con la necropsia del capitán Acosta Arévalo?

Por: José Ferrer | @Jmigueferrer

Rafael Acosta Arévalo sufrió la desaparición forzosa por parte de la Dirección General de Contrainteligencia Militar (Dgcim) el 21 de junio. Posteriormente, apareció en las inmediaciones del Tribunal Militar Tercero de Control de Fuerte Tiuna en una silla de ruedas, con el cuerpo magullado por los golpes, la voz entrecortada y las uñas rotas. El capitán de corbeta había sido acusado por estar detrás de presuntos intentos de magnicidio. 


Acosta Arévalo murió la madrugada del 29 de junio en el Hospital Militar del Ejército Dr. Salias Sanoja, conocido como “El Hospitalito de Fuerte Tiuna”. 


Eligio Rojas, periodista del diario Últimas Noticias, publicó el pasado martes dos de julio en su cuenta de Twitter una fotografía con el presunto resultado de la necropsia de ley realizada al cuerpo de Acosta Arévalo. El documento determina que la muerte del capitán de ocurrió por un “edema cerebral severo debido a insuficiencia respiratoria aguda, debido a rabdomiólisis por politraumatismo generalizado». 


“Rabdomiólisis: síndrome de necrosis muscular que presentan las víctimas de terremotos, bombardeos, derrumbes de edificios. Es decir, que el capitán de corbeta Rafael Acosta Arévalo fue literalmente aplastado”, explicó la periodista venezolana, Lisseth Boon, en su cuenta de twitter. 

Según un estudio realizado por varios doctores del Hospital General y Universitario Vall d’Hebron, de Barcelona, “la rabdomiólisis se produce como consecuencia de una lesión muscular directa o de cualquier proceso que altere el balance entre la producción y los requerimientos de energía de la célula muscular”. 


Las lesiones en el cuerpo de Acosta Arévalo, provocadas por los constantes maltratos que sufrió en las inmediaciones del Dgcim, condujeron al fallo paulatino de sus riñones, pulmones y, finalmente, de su cerebro. Fue asesinado, lentamente, a golpes.


Por su parte, Zair Mundaray, director de actuación procesal del Ministerio Público, explicó para
 ABC la naturaleza de las lesiones encontradas en el cuerpo de Acosta Arévalo: “16 arcos costales fracturados, ocho de cada lado, las tres primeras y la última en buen estado, de ambos lados. Fractura de tabique nasal, excoriaciones en hombros, codos, rodillas, hematomas en el muslo en la cara interna y ambas extremidades. Lesiones (similares a latigazos) en espalda y muslos, un pie fracturado, múltiples excoriaciones y signos de pequeñas quemaduras en ambos pies (se presume electrocución)”.

 

ABC


El politraumatismo generalizado, mencionado en el documento de la necropsia, notifica el daño severo de varios tejidos en el cuerpo del capitán de corbeta mientras estuvo apresado. Dichas lesiones provocaron una falla renal por la secreción de mioglobina, que es una proteína que recorre el torrente sanguíneo cuando el músculo sufre algún daño. Esta falla renal, provocada por los golpes recibidos, ayudó a la creación de un coágulo de sangre que, más adelante, provocó una obstrucción en las arterias pulmonares.


“Al haber una insuficiencia respiratoria, el paciente no se oxigena bien y el órgano que menos resiste a esto es el cerebro. Un edema cerebral, que implica la acumulación de líquido, puede llevar a un paro o respiratorio o cardíaco”, explicó un especialista en cirugía general para
Efecto Coyuyo.


La deficiencia de los pulmones, catalogada como tromboembolismo pulmonar y ocasionada por el coágulo de sangre, interrumpió el traslado de oxígeno al cerebro que, posteriormente, provocaría el edema cerebral, razón final de la muerte de Acosta Arévalo en el Hospitalito.  

Según especialistas, un edema cerebral se define como el aumento patológico de la cantidad de agua en el cerebro, produciendo un daño severo en las células del cerebro y puede originarse, primeramente, por un accidente cerebrovascular cuando el flujo sanguíneo en el cerebro es insuficiente. De igual forma, puede ocurrir por traumatismos severos en la cabeza cuando el individuo sufre una lesión que puede generarle una hemorragia cerebral. 


Rocío San Miguel, presidenta de la ONG Control Ciudadano y defensora de los Derechos Humanos, exclamó en su cuenta de Twitter que con base en el resultado de la necropsia, el capitán había sido torturado a golpes. 

Asimismo, la necropsia del cadáver demostró que la verdadera causa de su muerte fue el padecimiento de golpes sucesivos por parte de sus custodios, que lo dejó sin habla, sin la posibilidad de caminar, con las manos ensangrentadas y exclamando “auxilio” a su abogado.