En su primer gran acto de partido desde que llegó al cargo en junio pasado, Sánchez protagonizó un multitudinario acto de proclamación de los cabezas de lista de las elecciones regionales, surgidos de los respectivos procesos de primarias.
El cónclave, que ha congregado a 1.500 personas y a once de los 16 ministros del Ejecutivo, muestra que el Partido Socialista (PSOE) ha comenzado a engrasar su maquinaria de cara a una campaña que se prevé larga e intensa.
El Partido Socialista eligió Fuenlabrada, una ciudad obrera de Madrid, la región que más sueña con recuperar tras 23 años de haber perdido su gobierno y donde tiene uno de sus candidatos más emblemáticos, el independiente Ángel Gabilondo.
En su intervención, Sánchez reivindicó la acción de su Gobierno, al que definió como «progresista, europeísta y feminista», defendió medidas como la exhumación de los restos de Francisco Franco, y prometió que en 2019 «no habrá un mausoleo en homenaje al dictador».
El líder socialista español aseguró que su Ejecutivo «aplica antes el sentido común que la propia ideología» frente a una oposición liberal y conservadora que practica una «política pendenciera».
Dijo esto porque consideró que los partidos Ciudadanos (liberal) y Popular (centroderecha), «han confundido la discrepancia con la crispación» y realizan su labor opositora «a costa de socavar los pilares de la convivencia y la paz social»
Antes de las elecciones de mayo llegarán los comicios regionales de Andalucía, el próximo 2 de diciembre, en donde el PSOE lleva gobernando de forma ininterrumpida desde que en 1982 se eligió el primer Parlamento andaluz.
EFE / EKB
