Según informan medios locales, ya han depositado su voto los dos favoritos a la victoria en los comicios presidenciales en ambas repúblicas, Denís Pushilin por Donetsk y Leonid Pasechnik por Lugansk.
Pushilin, que asumió interinamente el cargo de líder prorruso en Donetsk tras el asesinato en agosto de su antecesor, Alexándr Zajárchenko, recordó que los habitantes de la autoproclamada república popular «eligen su futuro» y confió en altos niveles de participación.
Mientras, Pasechnik no dudó en calificar la jornada de «histórica» y destacó que los habitantes de las zonas controladas por los separatistas en Lugansk votan hoy «por la libertad, la independencia y la integración en la Federación Rusa».
Los comicios transcurren entre estrictas medidas de seguridad, ya que los combates no han dejado de intensificarse en los últimos meses pese a los llamamientos de ambas partes y de la comunidad internacional a respetar el alto el fuego acuñado por los Acuerdos de paz de Minsk de febrero de 2015.
Las autoridades ucranianas, que acusan al Kremlin de patrocinar los comicios en los territorios «ocupados», llamaron ayer a los habitantes de las zonas separatistas a no votar.
«Nos dirigimos a los ciudadanos de Ucrania que están obligados a vivir bajo la ocupación a que se abstengan de participar en las elecciones ilegítimas y no caigan en manipulaciones», señala el comunicado oficial.
Kiev considera que dichos comicios son la antítesis de la expresión de la voluntad popular, ya que los que residen en las zonas bajo control prorruso «experimentan presiones y se encuentran bajo aislamiento informativo».
Las elecciones ya fueron condenadas de antemano por la Unión Europea y por Estados Unidos en el Consejo de Seguridad de la ONU, además de por la Organización para la Seguridad y la Cooperación en Europa (OSCE) y la canciller alemana, Angela Merkel.
Al respecto, la alta representante para la Política Exterior de la UE, Federica Mogherini, adelantó el sábado que Bruselas no reconocerá los resultados de los comicios, que Occidente considera que van en contra de los Acuerdos de Minsk.
En cambio, el Kremlin mantiene que dichos acuerdos no aluden en ningún caso a ese asunto y argumenta que, al fin y al cabo, se trata simplemente de unas elecciones locales.
Recientemente, el presidente ucraniano, Petró Poroshenko, auguró que las sanciones internacionales contra Rusia se endurecerán tras las elecciones, ya que «la paciencia de Occidente no es ilimitada».
EFE / EKB
