El presidente Pedro Sánchez se ha enfadado y necesita reflexionar. En una carta abierta nos explica que le ataca «la derecha y la ultraderecha», término que repite catorce veces por si no lo entendemos la primera vez. Se agradece el gesto. Nos recuerda que está muy enamorado de su mujer, algo que nadie había puesto en duda jamás, y dedica el resto de su carta a hablar de sí mismo en un ejercicio de amor y generosidad ejemplar.
El presidente se indigna ante el hecho de que algunos medios de comunicación pongan en duda el espíritu emprendedor y fulgurante éxito profesional de su esposa, capaz de dirigir una cátedra sin acabar una carrera universitaria y captar decenas de millones de contratos públicos que son inalcanzables para otros empresarios, y su hermano, que demuestra una espectacular capacidad de multiplicar su patrimonio con un salario modesto. Es intolerable que en nuestro país se ataque a emprendedores con una carrera tan exitosa a la hora de conseguir propiedades, fondos y contratos públicos.
Criticar el ascenso meteórico de la mujer y el hermano del presidente sólo porque coincidan –casualidades de la vida– con la llegada de Sánchez al Gobierno, evidencia la envidia de algunos medios, confabulados en una «galaxia digital ultraderechista». Galaxia digital ultraderechista que podría incluir a los periodistas de «The Economist» que le definen, hay que ver, como «Drama King», o Bloomberg, que se atreve a ironizar que «Sánchez ha concedido cinco días para que España piense cómo sería la vida sin él». Qué decir de «Spiegel», que afirma que su carta es una «pataleta escrita».
La economía va como una moto y ello permite al presidente tomarse cinco días –antes de un puente– para reflexionar. Todos los ciudadanos entendemos que es nuestro deber trabajar y pagar impuestos mientras él reflexiona y le agradecemos ese periodo de análisis que, a buen seguro, culminará con otra fuerte subida de impuestos para que estemos todavía más contentos con su política. España va como un tiro y así lo refleja el Fondo Monetario Internacional pero, como podría ser parte de esa galaxia ultraderechista, se atreven a empañarlo reflejando que nuestro país tendrá el segundo peor desempeño en renta per cápita de los países comparables en 2019 -2025 y quedará con la mayor tasa de paro de la UE y más inflación que la media de la eurozona en 2025.
El ataque de la galaxia ultraderechista se podría extender al Banco de España, que se ha atrevido a publicar que la deuda pública se ha disparado hasta los 1,6 billones de euros, con un aumento del 5,4% en términos anuales, más del doble del excelso crecimiento de la economía española cuando el Gobierno dice que baja la deuda. De hecho, el Banco de España y la AIReF reflejan que la ratio deuda sobre PIB sólo se modera por el efecto de la inflación, y la «galaxia ultra» se atreve a decir que nos empobrecen doblemente, aumentando la deuda en términos absolutos y vía inflación. Es intolerable que publiquen que los pasivos totales de las Administraciones Públicas se han disparado en casi 400.000 millones, hasta los dos billones de euros, y que España quede como la tercera peor recuperación de la UE desde 2019 a 2023 según la OCDE y Eurostat, cuando el presidente dice que somos «la segunda economía industrial que más crece».
A esa galaxia ultra se podría unir el INE que publica que España lleva seis meses con la inflación por encima de la media de la eurozona y tiene la octava mayor inflación de la UE27, cuando el Gobierno es «el que mejor controla la inflación de Europa» según el Gobierno. Que además salga que la inflación acumulada con Sánchez es del 17,9%, es intolerable.
También es intolerable que el INE se una a esa galaxia y publique que la pobreza, carencia material severa, aumente durante la legislatura a un 9% y el porcentaje de personas en riesgo de pobreza y exclusión sea del 26,5%, cuando el Ejecutivo afirma que es el que más cuida de la gente y «reduce la pobreza».
No podemos olvidar que esa galaxia ultra niega que las empresas tengan márgenes récord, como dice el Gobierno. Nos debe indignar que el Banco de España también refleje cosas de la galaxia, que los márgenes sobre ventas a nivel agregado –excluyendo los sectores energéticos– «sólo recuperaron en el cuarto trimestre de 2023 los niveles anteriores a la pandemia tras el desplome». Y que los márgenes sobre ventas en el comercio de alimentos «encadenan descensos desde 2021, sin que se reviertan las contracciones experimentadas durante la crisis energética», cuando la amada Yolanda Díaz nos dice que el sector de comercio de alimentos tiene márgenes récord.
Nos indigna que la galaxia ultra diga que los españoles pagan un 50% de sus ingresos en impuestos cuando el Gobierno dice que no llega al 20%, y va otro supuesto agente de esa galaxia, la OCDE, y afirma en su informe «Taxing wages 2024» que la cuña fiscal al salario medio en España supera el 40%. Si incluimos todo el resto de los impuestos –indirectos y especiales–, resulta que la galaxia tiene razón, así que seguiremos diciendo que sólo se fijen en el IRPF.
Otra vergonzosa infiltración de la galaxia ha sido la EPA del primer trimestre, que muestra una destrucción de empleo de 140.000 personas y un aumento de paro de 117.000. Los hogares con todos sus miembros en paro suben en 49.700 en el primer trimestre. Esa EPA de galaxia y la contabilidad ultranacional reflejan que las horas trabajadas por afiliado están por debajo de los niveles de 2008 y otros aparentes miembros de la galaxia ultra, como el sindicato USO, BBVA o Fedea reflejan que el paro efectivo no ha bajado de los 3,4 millones de personas desde diciembre de 2019. Uniéndose a esta galaxia ultra estaría Eurostat, que dice que España tiene la mayor tasa de paro de Europa, ya superando a Grecia, y la peor tasa de paro, infraempleo y desempleo no oficial –diferencia entre empleo demandado y ofertado– de la UE.
¿Para qué hablar de otros supuestos miembros de la galaxia ultra como la Comisión Europea que va por ahí diciendo que la reforma de las pensiones hace el sistema insostenible y que va a necesitar de enormes recortes? Todos sabemos que al ministro Escrivá le felicitan allá donde va por el éxito de triplicar la deuda de la Seguridad Social.
Afortunadamente, el presidente terminará su periodo de reflexión el lunes. Han sido cinco días en los que nos hemos sentido perdidos, como cuando Elvis nos dejó. Volverá a decir que España es un país de alto crecimiento, sin pobreza, con bajos impuestos, que reduce la deuda y es ejemplo mundial de sistema de pensiones sostenible. Hasta entonces, nos queda la respuesta entusiasta de su amado pueblo que lleva días mostrando su cariño y simpatía hacia el afligido Sánchez en un clamor espontáneo de amor al líder que nos recuerda a otros históricos ejemplos de comunión del pueblo con su gobernante, desde Pyongyang a La Habana o Caracas
