El trono del pollo frito en España está en juego. A la cadena de restaurantes de comida rápida Kentucky Fried Chicken (KFC) le acaba de salir un serio competidor. Popeyes, la firma especializada en el pollo rebozado, propiedad del dueño de Burger King, llegará a España de la mano de Restuarant Brands Iberia (RBIberia) con el objetivo de liderar el mercado. La compañía, que también controla otras cadenas de restaurantes en nuestro país, como Burger King o la canadiense Tim Hortons, busca llegar hasta los 40.000 establecimientos en los próximos ocho o diez años.
De esta forma, Restaurant Brands International (RBI) elevará la competición directa con Yum! Brands, propietaria de KFC, Taco Bell y Pizza Hut. “Tenemos prevista la apertura de nuestro primer restaurante a comienzos de 2020”, ha asegurado Gregorio Jiménez”, director ejecutivo de RBIberia. Popeyes fue fundada en Nueva Orleans en 1972 y tiene más de 45 años de historia y tradición culinaria. La marca es, junto a KFC, uno de los restaurantes de comida rápida de pollo frito más grandes del mundo, con 3.100 establecimientos en más de 25 países (2.347 en Estados Unidos y 755 en el resto de países).
España será la vía de entrada de Popeyes en Europa, donde la compañía tiene “ambiciosos planes”, según ha comentado Josh Kobza, director de operaciones de Restaurant Brands International. “Estamos orgullosos de lanzar y desarrollar esta impresionante marca en España y queremos convertirnos en la primera opción de restauración a la hora de consumir pollo en el país”, ha indicado Gregorio Jiménez.
