El Ministerio de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, UGT, CC OO y la CEOE han concluido la reunión para acercar posturas sobre la segunda pata de la reforma de las pensiones. Sin acuerdo. De hecho, fuentes de la patronal indicaron a este diario que no van a firmar en los términos en los que se ha cerrado la reunión –con ligeras aportaciones técnicas, sobre las lagunas de cotización o con la exigencia sindical de que los autónomos paguen también la cuota de solidaridad–.
«Va a ser la reforma con menos apoyos parlamentarios de la historia de la democracia. No cuentan con los que pagan la fiesta», han explicado las mismas fuentes. De ser así, Escrivá elevaría al Consejo de Ministros una reforma sin acuerdo de todas las partes o, lo que es lo mismo, reeditaría la reforma unilateral de 2013 del PP que tanto ha criticado, precisamente, por no contar con el respaldo ni de los sindicatos ni de la oposición.
Sin embargo, los sindicatos han salido de la reunión desatacando «avances significativos» que dejan abierta la posibilidad de que se cierre muy pronto un acuerdo. El vicesecretario general de Política Sindical de UGT, Fernando Luján, se mostró optimista y aseguró que ve «bastante cerca» el pacto, a falta de «pequeños flecos» y «asuntos que se están acercando».
Por contra, la directora de Relaciones Laborales de la CEOE, Rosa Santos, ha manifestado al término de la reunión que es «imposible» llegar a un acuerdo, aunque la patronal seguirá haciendo aportaciones.
Mientras, se van conociendo más detalles de la segunda parte de la reforma, que el Gobierno quiere aprobar el jueves, como que el alza de las bases máximas se evaluará cada 5 años y la sobrecuota del Mecanismo de Equidad Intergeneracional (MEI) será del 1,2% de 2030 a 2050. La Autoridad Independiente de Responsabilidad Fiscal (AIReF) analizará cada 3 años a partir de 2025 los ingresos del sistema para establecer medidas adicionales.
