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Clima caldeado en la Región: cerró otro fin de semana a pura violencia

Como sucede casi todos los fines de semana en la Región, se produjeron varios episodios de violencia, que generaron situaciones de extrema tensión, con personas detenidas y algunas heridas.

La causa de esta problemática, que se repite cada vez más con mayor frecuencia, habría que buscarla en los excesos, sobre todo en el consumo de alcohol. Pero también hubo incidentes de otra naturaleza, que desnudaron altos niveles de agresividad, muy propios de estos tiempos complejos, donde cualquier cuestión puede disparar muestras de salvajismo.

Por ejemplo, en pleno centro de La Plata, en la zona de Diagonal 74, 8 y 45, se produjo un altercado en la puerta de un boliche, que terminó a los golpes.

Primero, por causas que no trascendieron, una chica confrontó con un joven y, de acuerdo a lo que registraron las cámaras de la Municipalidad de La Plata instaladas en la zona, luego de lanzarle algunos insultos, pareció agredirlo.

La reacción del muchacho, con un empujón y varios epítetos subidos de tono, pareció encender la furia de un patovica con el físico del “Increíble Hulk”, que le pegó una certera trompada en medio de la cara, que lo puso al borde del nocaut.

No hubo información oficial sobre las consecuencias del hecho, pero siempre en base a las imágenes citadas, la sangre empezó a surgir a borbotones.

¿Fractura de tabique nasal? ¿Un corte en los labios? ¿Pérdida dentaria? Cualquiera de esas razones pudo tener relación con los rastros hemáticos, aunque no frenaron la disputa.

Es que el joven se replegó unos pasos, se sacó la remera, se limpió como pudo y volvió a la carga.

En ese instante, volvieron los cruces dialécticos, los empujones y apareció la Policía, que se llevó demorado al joven herido.

También se pudo ver cómo subían a dos chicas en un patrullero, aunque quedó la duda si fue en carácter de demoradas o como denunciante y testigo, respectivamente.

Las actuaciones del caso quedaron radicadas en la comisaría primera, con conocimiento de la UFI en turno de nuestra ciudad.

DE HACHAS Y PALOS

En una vivienda de 49 bis entre 149 y 150, por razones que se ignoran, un hombre de 49 años intentó atacar a un hermano un año menor con un hacha.

En medio de un tumulto, que motivó la presencia de una comitiva del Comando de Patrulla local, al final pudieron reducir al agresor antes de que concrete su objetivo.

Según fuentes del caso, lo imputaron en un expediente por “amenazas agravadas”, que se instruyó en la subcomisaría La Unión.

Allí quedó alojado, a la espera de que la fiscal Cecilia Corfield defina si lo libera o lo deja detenido.

Por su parte, en la calle Rodríguez entre Andrade y Hernández, en Ensenada, un hombre de 46 años increpó a una mujer de 47 y, mostrándole un palo de grandes dimensiones, presuntamente le dijo “te voy a matar”.

Por precaución, mientras determinan qué pasará con el acusado, el Juzgado de Paz ya dictó una medida cautelar en favor de la víctima, que impide al sospechoso acercarse a su domicilio.

También en Ensenada, pero en Almafuerte y Ortiz de Rosas, se produjo una pelea barrial, que finalizó con seis demorados.

En medio de un clima de absoluta violencia, uno de los arrestados, de 17 años, agarró a patadas a un patrullero, que quedó con abollones en el guardabarros trasero del lado izquierdo.

En Alem y Don Bosco, también de esa ciudad vecina, un hombre quedó preso por trompear a su concubina, que quedó con lesiones en el rostro y en los brazos.

En Berisso, por último, se produjo un incidente con ribetes inesperados.

Fue cuando la Policía acudió a un piquete en la intersección de las calles 137 y 8, en la zona de Villa Argüello.

Hasta ahí, una historia conocida en la Región, con los tantos reclamos que existen a diario por la mala calidad de los servicio públicos.

Sin embargo, en medio del vallado, se descubrió que un grupo de personas intentaba abrir un boquete en el pavimento para realizar una conexión clandestina de agua, que era el motivo por el que estaban interrumpiendo el tránsito.

En esas circunstancias, cuando los agentes intentaron acercarse al obrador casero para evitar que sigan rompiendo la cinta asfáltica, se generó un cruce con los vecinos y dos de ellos, una joven de 29 años y un albañil de 33, fueron a parar a la seccional cuarta por “resistencia a la autoridad”.