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¿Cómo ha cambiado la Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar a lo largo de la historia?

La Ofrenda de Flores a la Virgen del Pilar ha sufrido cambios y modificaciones a lo largo de su historia para hacerla más vistosa y multitudinaria. En este 2021, la Ofrenda vuelve a celebrarse tras un año de parón debido a la pandemia y lo hace, en un formato reducido. Al contrario que en otras ocasiones, esta vez la Ofrenda y la estructura floral de la Virgen no se modifican para albergar más público sino todo lo contrario.

Este 2021 la Ofrenda de Flores es reducida pasando de los 300.000 oferentes de las últimas ediciones a apenas 20.000: 13.500 pertenecen a grupos, mientras que otros 6.500 son oferentes individuales elegidos por sorteo. Cada participante pudo inscribirse con un máximo de 5 acompañantes formándose así también pequeños “mini – grupos”.

Entre las novedades de este año, esta es la primera vez que la Ofrenda sale de la margen izquierda de la ciudad y no del centro. También es la primera vez que parte del recorrido estará oculto tras una malla para que no se produzcan aglomeraciones de espectadores. Además, la Virgen cambia de ubicación en la Plaza desplazándose hasta la Fuente de la Hispanidad. Se queda así, sin parte trasera adecuándose a una estructura menor con un número de flores muy reducido respecto al habitual.

LA OFRENDA A LO LARGO DE LA HISTORIA

Antes de esta modificación obligada por la situación sanitaria, la Ofrenda a la Virgen ha ido sufriendo variaciones a lo largo de su historia. Las primeras ofrenda, de forma muy modesta, comenzaron tras ser terminada la Basílica del Pilar en 1872. Cada 12 de octubre se llenaba de flores el camarín de la Virgen en la Capilla. A mediados de los años 50, el concejal Manuel Rodeles, presidente de la Comisión de Festejos del Ayuntamiento, propuso hacer algo similar a lo que se hacía en Valencia con la Ofrenda a la Virgen de los Desamparados.

La idea salió adelante y en una de las fachadas de la Basílica se dispuso un pequeño altar con una réplica de la imagen de la Virgen del Pilar. Para animar a esa primera participación, se regalaron 20.000 claveles a los ciudadanos. El manto y el altar quedaron rápidamente cubiertos.

El gran cambio que sufrió la Ofrenda de Flores fue en 1998 y corrió a cargo del cineasta Bigas Luna. A partir de ahí, la Virgen pasó a situarse sobre una gran columna en el centro de la plaza del Pilar. De esta manera, el número de participantes podría ser mayor y, a su vez, el manto estar confeccionado por más flores.