España ha logrado controlar, no sin pocos sobresaltos, la tercera ola. La incidencia acumulada (contagios en los últimos 14 días por cada 100.000 habitantes) ha caído este viernes por debajo de los 200 puntos, algo que no sucedía desde medidados del pasado mes de diciembre. En concreto, la incidencia media nacional se sitúa este viernes en 193,91 casos por 100.000, la cifra más baja desde el 14 de diciembre. Cabe recordar que la incidencia llegó a rozar los 900 casos el pasado 27 de enero.
Todas las autonomías se sitúan ya por debajo de los 400 casos. Melilla es la primera, con 398. Le siguen Madrid (305), Ceuta (279) y País Vasco (252). En el extremo opuesto se encuentra Extremadura, que ha logrado reducir su incidencia de más de 1.400 casos por 100.000 a tan solo 69. También con buenos datos se sitúan Baleares (92), La Rioja (103) o Canarias (106), aunque otras ocho comunidades suman menos de 200.
Las cifras actuales están muy alejadas de las registradas en los respectivos picos diarios de cada estadística durante esta tercera ola: el 21 de enero, para los contagios (44.375), el 1 de febrero para las hospitalizaciones (32.023 ingresados totales y 4.894 en UCI) y el 9 de febrero para los decesos (766). Reflejo de ello es el descenso en la tasa de positividad de los test, que ha pasado del 17,6% del 21 de enero al 7,17% registrado hoy.
Sanidad ha reportado 8.341 contagios desde el jueves. Desde el inicio de la pandemia la cifra total de contagiados se eleva a 3.188.553. Según los datos facilitados al Ministerio de Sanidad la cifra total de muertes asciende a 69.142, de las que 862 se han registrado en los últimos siete días y 329 en las últimas 24 horas. Este mes de febrero, no obstante, ha sido el peor en cuanto a fallecidos desde abril de 2020, con 10.823 víctimas mortales a causa del COVID, sin contar este fin de semana.
El total de pacientes hospitalizados en toda España asciende este viernes a 12.207. La tasa de ocupación de camas convencionales (9,67%) ha bajado del 10% por primera vez desde finales de diciembre.
El alivio de la presión asistencial también se está dejando sentir en las unidades de cuidados intensivos, aunque a un ritmo muy inferior debido a las propias condiciones de la enfermedad, que suele implicar largas estancias para los pacientes más graves. Pese a todo aún permanecen internadas en UCI, 3.021 personas, que ocupan un 28,77% de las camas.
