La salida oficial de Renault de Rusia en protesta por la invasión de Ucrania supone una dificultad más para las empresas vascas del sector de la automoción que operan en el país gobernado por Vladímir Putin. Y es que no es lo mismo proveer servicios y piezas a una multinacional francesa que hacerlo a una compañía que está en manos del apara