“Esto es culpa tuya”, le gritó María Eugenia Mercado a quien hasta hace poco fue su jefe, el suspendido camarista Martín Ordoqui, al verse rodeada de policías federales que estaban ahí para ponerle las esposas. Acusada de integrar una presunta asociación ilícita dedicada a otorgar beneficios procesales a cambio de dinero, la ex secretaria de la Sala V de Casación fue detenida ayer al mediodía al salir de la casa de Ordoqui, en 13 al 6900 de City Bell, vestida con short y botitas blancas (antes de ser fotografiada esposada se puso un jean), dispuesta a subirse al automóvil Land Rover Discovery del camarista, junto con él.
Enseguida los rodearon los agentes que fueron a cumplir la orden de detención que semanas atrás pidió la fiscal Betina Lacki y libró la jueza Marcela Garmendia, que no había podido efectivizarse por un recurso de eximición de prisión que interpuso la defensa de Mercado. La Sala I de la Cámara de Apelaciones rechazó ese recurso en las últimas horas. Y la abogada quedó en la misma situación que el resto de los imputados de la causa: la “falsa abogada” Lidia Perna; su pareja, Ariel Heine; y el presunto operador judicial Enrique Petrullo (también detenido en la causa de la megabanda).
La resolución salió el lunes, aunque hacía ya varios días que Mercado no estaba en su departamento de 53 entre 2 y 3, por lo que los investigadores se desplegaron en los alrededores de la casa de Ordoqui siguiendo la pista que la ubicaba en ese lugar.
No podían allanar el domicilio sin tener la certeza de que Mercado estuviera allí, ya que los fueros del -por ahora- juez lo convierte en una suerte de “embajada”. Por eso esperaron a que saliera para detenerla por “asociación ilícita y cohecho”, cargos por los que hoy la indagará la fiscal Lacki. Según trascendió de testigos directos, ese momento del operativo estuvo marcado por la tensión y los reproches cruzados, ya que Ordoqui intentó defenderse diciendo “esto es una cama” y Mercado lo insultó al grito de “es culpa tuya”.
La mujer de 41 años fue trasladada a la División Delitos Violentos en capital federal, donde la ficharon y se hicieron todas las notificaciones, para llevarla después a la sede de la Policía Federal en la calle Cavia. Ahí pasó la noche.
Ordoqui es el único de todos los imputados de la causa que se mantiene en libertad al amparo de sus fueros, beneficio que perderá si el tribunal de enjuiciamiento resuelve destituirlo (ver página 17). Mientras tanto, está suspendido.
Las sospechas
La causa por la que María Eugenia Mercado terminó en la cárcel arrancó con una denuncia que magistrados de Cañuelas hicieron ante la Suprema Corte bonaerense, en relación con manejos judiciales que tenían como protagonista al convicto Juan Ariel Cristian Heine.
Este hombre había sido condenado a siete años y medio de cárcel por integrar una banda de ladrones rurales que asoló la zona de Brandsen a fines de los ‘90.
Tiempo después lo procesaron por usurpar campos y casas en San Vicente, que luego ponía a la venta en inmobiliarias que él mismo montaba, según la información oficial. Por estas acusaciones lo detuvieron en mayo de 2012, aunque no pasó mucho tiempo a la sombra.
Supuestamente limó los barrotes de la celda de la comisaría de San Miguel del Monte donde lo alojaron junto con otros 16 presos que no tuvieron tanta “suerte”.
El estado de profuguez no le impidió montar una inmobiliaria en Adrogué, contaron voceros judiciales, hasta que en 2013 lo atraparon de nuevo y su actual pareja, Lidia Perna, continuó con el negocio.
Se sospecha que vendían tierras usurpadas como parte de un futuro barrio privado, con ayuda de una escribana.
¿Qué tienen que ver Ordoqui y su secretaria con todo esto?
Se presume que Enrique Petrullo asesoró a Perna para que gestionara una medida de morigeración para Heine con Ordoqui, como lo habría hecho con otros procesados en la causa de la llamada megabanda, por la que está preso el ex juez César Melazo.
Según fuentes judiciales, Petrullo articulaba las negociaciones con los abogados y el camarista a través de WhatsApp o Telegram, en chats que quedaron grabados en su celular porque no activó la función de borrado. En esos intercambios aparece el correo de Mercado, entonces jefa de despacho interina de la Sala V del Tribunal de Casación.
Otros empleados declararon haber visto a Perna pisar “entre ocho y diez veces” sus despachos, siempre “para ver a Mercado o a Ordoqui”. El 1 de marzo de este año el camarista le otorgó a Heine la prisión domiciliaria, pero el fiscal Carlos Altuve apeló y el beneficio se demoró hasta el 16 de junio.
En el medio, según declaró el chofer de Ordoqui, éste fue hasta la Unidad 9 de La Plata (donde estaba Heine) con Perna y Mercado. Los magistrados de Cañuelas que seguían de cerca estos movimientos los comunicaron a la Corte, que trasladó la información a la fiscal que ya tenía apuntado a Ordoqui por la megacausa: Betina Lacki.
En ese expediente el camarista aparece sospechado de cobrar 500 mil pesos a cambio de darle la domiciliaria a Javier Ronco, acusado de un doble crimen.
El disparador de la megacausa fue el asesinato de Juan Farías en 2010, aunque recién en julio de este año se vio el alcance de las sospechas, que salpicaron a barras, policías, convictos y jueces. Fuentes del caso aseguran que falta procesar buena parte del material secuestrado.
