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En La Plata, la sacudida del dólar ya se traslada a los precios del pan y la carne

Una lista hecha a mano da cuenta de cuánto cuesta cada corte vacuno, porque esta semana los carniceros no dan a basto para escribir las pizarras, ni los vistosos carteles anaranjados que siempre pegan en las heladeras para informar los precios. “Se aumentó el lunes, el martes y el miércoles, pero mis proveedores me dijeron que hay nuevos precios para antes de que termine la semana”, reveló Luis, al frente de una carnicería de la zona de barrio Tribunales.

Para aclarar mas el panorama, el carnicero contó que el lunes sus proveedores le dijeron que aumentara un peso por corte, el martes que volviera a subir otro peso y el miércoles, le sugirieron que aumentara dos pesos.

El panorama se reiteraba en casi todas las carnicerías de la Ciudad recorridas por EL DIA con un comentario generalizado, a los productores ahora les conviene mas exportar la carne que abastecer el mercado interno y los controles estatales para regular la situación son inexistentes, a juicio de los comerciantes del sector.

Como los aumentos son a diario, los carniceros ponen los precios a mano y en listas descartables

El panorama es preocupante porque se remarcó que el consumo registra una caída importante.

El encargado de la carnicería “La Chacra”, de 2 y 45, Gustavo Dezeo, calificó la inflación de “terrible” y calculó que los cortes redondearon desde el lunes un incremento del 20%, lo cual consideró que “es imposible para el bolsillo de la gente”.

“Ya veníamos mal y con esto va a ser peor. Ya la gente, desde el lunes, no gasta lo mismo. Antes compraba medio kilo y ahora te compran un churrasco. Acá tratamos de hacer parejo el aumento, pero te aumenta todo, además de la carne sube el pan rallado, las bolsas, los artículos de limpieza”, explicó el carnicero.

Algunos de los precios que manejan en el local son los siguientes: nalga $190; bola de lomo $180, peceto $200, lomo $225, picada especial $160, vacío $190, asado $170.

La inflación también impacta en otro producto esencial para la canasta básica, el pan.

En una panadería cercana a la estación de trenes se remarcó que con insumos que encarecen a diario no queda otra alternativa que aumentar el precio del pan. “Muchos de los insumos han subido de precio, lo que hace que tengamos que vender la mercadería a mayor precio. Esta semana estamos tratando de mantener y para la siguiente semana pondremos nuevos precios. No sabemos a cuánto precio hay que vender para obtener ganancia. Han bajado mucho las ventas en comparación con otros meses”, contó Alison Hernández, a cargo del mostrador de esa panadería.

Para graficar el panorama Hernández habló de números, en los últimos días la bolsa de harina aumentó de $600 a $850 y será inevitable en el sector esquivar el aumento del pan. En el local este producto que es uno de los principales en la mesa de los argentinos tiene por estos días un valor de $52 el kilo y probablemente, a raíz del incremento del valor de la materia prima, ascienda la próxima semana el 20%.

PANORAMA PREOCUPANTE

En el Sindicato Obrero de Panaderos consideran que la situación del sector es preocupante, en los últimos días una empresa conocida de la Región dejó a cinco trabajadores en la calle, eran los de menor antigüedad y se los indemnizó, pero perdieron su fuente laboral.

En relación al precio del pan y en cómo incidirá la suba de la harina se evaluó que mas impactan las tarifas de la luz y del gas. “El kilo de harina le sale al panadero 17 pesos, si cobrara 3 veces más el kilo del pan ya tendría una buena ganancia, pero ya se vende a 80 y 90 pesos; el cuarto de bizcochos que se hace con harina y agua, se vende a 50 pesos, algo que es desmedido, entonces que no se quejen”, opinó un sindicalista que trabajó unos 30 años en la cuadra de una panadería. La docena de facturas se vende desde 70 pesos a 120 pesos, cuando una de buena calidad estaría bien cobrada, según los cálculos del sindicalista, a unos 100 pesos.

“La situación está complicada, pero en la panadería no se tira ni el pan viejo porque hacen pan rallado y en muchas, de 4 trabajadores, 2 están en negro”, concluyó el dirigente quien agregó que un trabajador del rubro gana unos 24 mil pesos por 7 horas de trabajo y que el empleador debe aportar un 50 por ciento mas de esa suma por las cargas sociales.

Sin entrega

Fábricas de pastas y panaderías denunciaron en los últimos días que se retacea la distribución de harina y que hay molinos que entregan, pero sin precios o con valores excesivamente altos. Todos coincidieron en que fue muy alto el impacto del precio del dólar.