Inicio Argentina En un partido bien de Copa, el León sacó ventaja sobre Gremio

En un partido bien de Copa, el León sacó ventaja sobre Gremio

Por MARTÍN CABRERA
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Estudiantes y Gremio no defraudaron. Quienes vieron o escucharon de las batallas de los ‘80 y los partidos de los ‘90 pudieron sentirse conformes con lo visto en la cancha de Quilmes. Ganó el Pincha 2-1 en el partido de ida de los octavos de final de la Libertadores y fue una caricia al alma de los hinchas, que después de un tiempo se sintieron identificados con el equipo.

“Es el equipo del Narigón”, gritaron desde la tribuna para celebrar la victoria sobre el último campeón de América. Triunfo con un equipo utilitario y juvenil, triunfo como le gusta a su gente y triunfo para dar el primer paso en una serie que era compleja y lo será mucho más en Porto Alegre.

Cada uno jugó a lo que pudo y quiso. El Pincha planteó un partido de presión en el medio, mucho criterio para contragolpear y oficio en la pelota parada. Del otro lado el último campeón quiso sacar chapa con su jerarquía técnica y variantes en el traslado de la pelota. Pero ojo, aun con estilos diferentes, los dos dejaron la vida. Claro, era copa Libertadores y ambos lo sabían.

En el primer tiempo Estudiantes consiguió lo que se propuso: emparejar el partido mediante la lucha, la garra, la fricción y sacándole el jugo a las pocas chances que tuvo de mitad de cancha para adelante. Fue inferior desde lo técnico, pero ganó por goleada en temperamento, con dos jugadores por cada brasileño y con el corazón en su mano para una batalla desigual.

Pero como esto es fútbol, la primera sorpresa de la noche llegó a los 10 minutos. Y lo tuvo a Francisco Apaolaza como verdadero protagonista.El pibe de Magdalena se tiró a los pies, la recuperó, la cedió a un compañero y tras recibirla en la medialuna del área, levantó la cabeza para clavarla al segundo palo de Marcelo Grohe, que la vio pasar por encima. Un golazo de película para un jugador que llevaba sus primeros minutos internacionales.

Tras el gol Estudiantes siguió luchando y jugando a lo que podía frente a un rival de mayor jerarquía pero que abusó de la tenencia y pocas veces se animó a rematar al arco. Buen manejo, pases largos y cambios de frente, de un lado; marca, cerebro y corazón del otro.

A los 40 minutos, en el momento de mayor combate y discusión, y luego de desperdiciar un par de contras que pudieron darle una alegría, llegó el segundo gol de Estudiantes. Córner desde la izquierda para que Gastón Campi aprovechara la cortina de Schunke para anticiparse y marcar el segundo gol, con un festejo a lo Mbappé. Pelota parada, desperdiciada por el técnico anterior valorada por Benítez, para poner el impensado 2-0. Fiesta total en Quilmes.

Lo que parecía una diferencia más que aceptable y más de lo imaginado duró poco. Tres minutos después de ese cabezazo de Campi llegó otra pelota parada, pero en contra. Dos veces le cabecearon en el área chica. La primera la salvó Mariano Andújar, la segunda fue al fondo de la red. Gol de Gremio, descuento y un baldazo de agua fría pero un manto de realidad que nadie esperaba a esa altura.

En el final de ese período se produjo una jugada que pudo haber cambiado el rumbo del partido y ser clave para la revancha: la expulsión de Walter Kannemann, quien estando amonestado detuvo de la camiseta a Pancho Apaolaza en una contra peligrosa para el Pincha. Era amarilla y roja, en Quilmes, Porto Alegre y Montevideo. Pero Andrés Cunha no quiso problemas y sólo pitó la falta.

En el segundo tiempo los dos equipos sintieron el esfuerzo de los primeros 45 minutos. Y, aunque suene raro, hubo conformismo general. Estudiantes defendió la ventaja y hasta pudo estirarla con una aparición de Pellegrini tras desborde de Lattanzio. Y Gremio pudo empatar con un mano a mano de Jael que definió mal.

Sólo se destacó la infantil expulsión de Fernando Zuqui, que vio la misma tarjeta que mereció Kannemann, justamente en una infracción al ex San Lorenzo lejos del área. Con un jugador menos Benítez mandó al campo a Bautista Cascini y resignó el ataque. No había más tiempo para equivocarse.

Aguantó como pudo. Estudiantes se quedó con la ventaja, exigua pero ventaja al fin. Ahora deberá dar otra batalla y otra sorpresa en el Arena de Gremio. Pero hasta esa fecha todo será alegría y orgullo. En Estudiantes hay recambio y una idea de juego, Eso es lo más importante.