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Entre advertencias que suenan a amenazas, se gestan movidas para “entrar en acción” si condenan a Cristina

Cristina Kirchner no lo pidió públicamente, pero sus seguidores ya lanzaron la advertencia: si la Justicia la condena por la causa Vialidad, en la que la fiscalía pidió 12 años de prisión para ella, habrá consecuencias en la calle. Es casi una amenaza, acaso un mecanismo de amedrentamiento al Tribunal Oral que la juzga. El desconocimiento del fallo. El veredicto se conocerá el martes 6 de diciembre.

Gremios estatales como ATE Capital, que exacerban su identificación con ella, advirtieron que paralizarán el Estado si la Vicepresidenta es condenada. Suena a extorsión.

“Si la tocan a Cristina paramos el Estado. Les trabajadores no vamos a permitir un Lula en nuestro país. Basta de lawfare y persecución política”. Eso es lo que puso en las redes sociales la filial porteña de ATE, tomando como propia la tesis cristinista de que la causa Vialidad, en la que se juzga el direccionamiento de la obra pública de Santa Cruz al empresario Lázaro Báez, es una gran mentira y que a la actual vice la persiguen por su condición de “líder popular”. En las próximas horas habrá un plenario estatal para definir la estrategia movilizadora.

Organizaciones sociales también analizan cortes de ruta y manifestaciones. Son expresiones satélites del cristi-camporismo. No son avaladas públicamente por La Cámpora o el Instituto Patria, donde aseguran que no hay ningún plan pergeñado desde allí para salir a la calle. Pero, de todos modos, es difícil que veten esos gestos de apoyo a la Vicepresidenta, aún cuando no nazcan de sus entrañas. Es que, en cada una de sus apariciones por este expediente, Cristina viene trabajando un discurso para los propios que se basa, justamente, en la épica de la resistencia a la eventual condena.

El dirigente social Luis D’Elía, de la agrupación FTV-Miles, avisó que su organización definirá “un corte masivo y por tiempo indeterminado” de la Ruta 3, que atraviesa La Matanza, su pago chico. Es el mismo D’Elía que en su momento le facturó a Cristina que, cuando él estuvo preso por la toma de una comisaría de La Boca, ni la actual Vicepresidenta ni ninguno de sus mandaderos se preocupó por saber qué era de su vida tras las rejas. Hoy, además, se supone que es muy cercano a Alberto Fernández. Misterios del piqueterismo.

“Voy a proponer un corte histórico en La Matanza, que se quede ahí los días que sean necesarios”

“Voy a proponer un corte histórico en La Matanza, que se quede ahí los días que sean necesarios y que haya miles de movilizaciones en el país hasta que estos corruptos se vayan”, añadió D´Elia. Se refería a los jueces del tribunal que juzga a Cristina.

La aparente tendencia a apaciguar movilizaciones del entorno de Cristina puede leerse como un movimiento preventivo: después del intento de magnicidio que sufrió, suena conveniente reducir las movilizaciones que la entornen. Ya se vio en el último acto masivo que protagonizó en el Estadio Unico de La Plata: la seguridad fue extrema.

La vice y su familia no quieren que se vuelvan a agolpar decenas de personas frente al domicilio particular de Cristina, en Juncal y Uruguay, en la Ciudad de Buenos Aires. Tampoco lo quiere su custodia, que depende de la Policía Federal, severamente cuestionada luego del fallido atentado.

Muchas organizaciones asoman como esperando una orden para movilizar, incluso las que recién se acercaron a Cristina ahora y que hasta ayer eran más bien albertistas. “Lo natural sería movilizarse”, explican en esos movimientos, convencidos de que será la vice la gran armadora de la estrategia electoral del oficialismo en 2023.