Inicio Argentina La banda de los menores protagonizó otra madrugada violenta en el Centro

La banda de los menores protagonizó otra madrugada violenta en el Centro

Imparable, la banda de los menores que jaquea el Centro de la Ciudad y, toda su periferia, volvió a ser noticia. Fue por otra madrugada cargada de hechos de violencia, que desnuda las evidentes fallas que tiene el Estado para resolver esta compleja situación.

Por falta de aplicación de la ley, en algunos casos; por falta de contención social para las familias de los adolescentes que reinciden permanentemente en el delito, en otros; o por los institutos que no cumplen con su rol resocializador o reeducador, “la puerta giratoria” que denuncian los vecinos y comerciantes sigue más activa que nunca.

Ayer, de acuerdo a las fuentes consultadas por este diario, se contabilizaron al menos seis hechos. Y se presume que todos estarían vinculados por los mismos protagonistas.

En 60 entre 12 y 13, muy cerca de la Departamental La Plata, un kiosco y un local de deportes aparecieron con roturas en las vidrieras.

Ambos están ubicados en la parte baja de un edificio, aunque se desconoce si se registraron faltantes.

La Policía de la jurisdicción se encargó de preservar la escena, a la espera del arribo de los peritos de la División Científica.

Uno de los damnificados fue identificado por las fuentes como Ezequiel Sergio Segovia (21).

En 12 entre 48 y 49, en el barrio de Tribunales, un adolescente de 16 años fue atrapado in fraganti con piedras en su poder, “que utilizó previamente para dañar la persiana de un kiosco”, detalló el reporte oficial.

En 9 y 45, un grupo de menores atacó a golpes a un joven de 25 años, al que despojó de un teléfono celular y todo el dinero que llevaba encima.

La víctima, de nombre Leandro Ezequiel Aquino, tuvo que ser trasladado a un centro asistencial para las curaciones de rigor, más allá de que las lesiones que sufrió no revestían mayor peligro, según indicaron los voceros consultados por este diario.

En 9 entre 48 y 49 se activó la alarma en un comercio de depilación, del que vieron salir corriendo a tres jóvenes en actitud más que sospechosa.

Por eso alguien llamó al 911 para que fuera un patrullero al lugar y así se pudo determinar que la puerta de entrada se encontraba dañada.

Si bien no trascendió si alcanzaron a robar algo, los efectivos se comunicaron con la propietaria del comercio para que se presente en la comisaría a radicar la denuncia.

Por último, en 46 entre 5 y 6 se escucharon ruidos extraños en una librería y se pudo constatar el paso de delincuentes por el lugar, ya que se encontró una reja y el vidrio de puerta de entrada rotos.

PREOCUPACIÓN

De acuerdo a la información que recibió EL DIA, también en el barrio de la Terminal de Ómnibus de La Plata se habrían registrado varios episodios vandálicos, al parecer, siempre ocasionados por menores.

Como se recordará, en las últimas horas este medio informó sobre una banda de “pibes piraña” que arrasó con varios locales comerciales del Centro platense.

Como si fuera una competencia contrarreloj, el grupo de adolescentes -que no superan los 15 años- robó o intentó hacerlo siete veces en sólo dos horas.

Al final los atraparon, pero los entregaron a sus familias el mismo día, después de una serie de papeleos que llevó unas tres horas.

Poco después los “pirañitas” volvieron a generar otro hecho que mantuvo la conmoción: a la vista de todo el mundo, se llevaron una moto estacionada sobre la vereda, en la esquina de 3 y 44.

“Son los mismos chicos que andan todos los días por acá”, contó un empleado del instituto de formación profesional que funciona en la misma intersección, a metros de donde estaba estacionada la moto que su dueño ya no usará.

Los menores se subieron y huyeron. El momento fue captado con el celular por una vecina que caminaba a metros de los chicos.

Se cree que son los mismos que el miércoles último protagonizaron el increíble raid.

Agustina Ink, empleada en la tienda “Matana”, de 9 y 49, desde hace un mes y medio, fue una de sus víctimas.

“Estaba con mi compañera, que se cambiaba en un probador. Entraron varios chicos y pensé que iban a pedir plata o comida, pero se metieron detrás del mostrador y empezaron a revisar todo. En ese momento salió mi compañera y uno de los chicos, el más grande, que debe tener 12 o 13 años, la empujó y la insultó. Además, hacía el gesto de tocarse la cintura para mostrar que estaba armado”, contó la chica recién llegada a la Ciudad desde Viedma para seguir una carrera universitaria.

No conocía el escenario que se pinta en el Centro y quedó preocupada por la primera experiencia en la que se quedó sin 500 pesos de su billetera y otros 500 del negocio, más un reloj que estaba a la venta y valía 2.000.