Inicio Argentina La carrera de Medicina, entre un “nuevo paradigma” y el “populismo académico”

La carrera de Medicina, entre un “nuevo paradigma” y el “populismo académico”

CARLOS ALTAVISTA
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¿Que se pueda rendir libre en Medicina? ¿Que un alumno que aprueba la cursada de una materia y rinde 3 veces mal el final tenga 4 años de tiempo para volver a intentarlo en todas las mesas? ¿Que los estudiantes puedan comenzar a cursar en marzo materias en forma condicional mientras intentan aprobar las correlativas (del año anterior)? ¿Que el consejo directivo o el decano puedan evaluar “acciones” si en una cátedra hay demasiados desaprobados en turnos sucesivos?

Son sólo algunas de las preguntas que hoy atraviesan a la inmensa mayoría de los profesores de Medicina, luego de que el miércoles último se aprobara una serie de polémicos cambios en el régimen de enseñanza y promoción y en la conformación de los jurados de los concursos docentes -entre otras áreas-, que llevó a un profesor de la unidad académica a definir las modificaciones como “populismo académico”.

“El cambio en el régimen de promoción es gradual, hay tiempo para aplicarlo hasta el 2022, y, sobre todo, lo adoptarán quienes lo deseen porque se respetará a rajatabla la autonomía de cátedra”, dijo a este diario el decano, Juan Angel Basualdo Farjat.

La consejera por la mayoría del claustro de profesores, Marisa Cobos, no piensa lo mismo ni mucho menos. “Esto, aunque digan que no, es un cambio de plan de estudios encubierto. Pero además, todo el proyecto llegó al consejo directivo sin ser consultado con los docentes de la facultad; algo inadmisible. Se privilegia la cantidad por sobre la calidad. Claro que con estas modificaciones, que ya fueron aprobadas, pasarán de año y se graduarán más alumnos, ¿pero con qué formación?”, se pregunto la médica infectóloga.

Vale aquí una aclaración. El consejo directivo de la unidad académica está conformado, tras las elecciones de 2017, por 5 profesores identificados con Unidos por Medicina-Hoja de Roble, sector que gobernó la casa de estudios durante el último cuarto de siglo, y un nuevo bloque oficialista integrado por los 2 profesores por la minoría, los 2 graduados, el jefe de trabajos prácticos (JTP), el no docente y los 5 estudiantes: es decir, con mayoría absoluta.

“De ningún modo esto implica un cambio de plan de estudios”, enfatizó Basualdo. “El plan de estudios 2004, en su punto 5 -retrucó Cobos- dice expresamente que para poder promocionar (de un año a otro) el alumno debe tener aprobados los exámenes finales de equis asignaturas. No habla de promociones ni de exámenes libres. Es un cambio de plan encubierto, que no fue consultado con la comunidad”, realzó.

Iniciar el año lectivo el 1º de marzo en lugar del 1º de abril servirá para que los estudiantes utilicen todas las mesas de aquel mes para regularizar su situación (rendir las materias necesarias para cursar las correlativas). “Mientras, podrán empezar a cursar en forma condicional. ¿Y si luego rinden mal la que necesitaban? Hay procedimientos administrativos largos. Pueden pasar meses hasta que esa información llega a la cátedra. Así, se está abriendo la puerta a una desorganización académica y administrativa mayúsculas”, consideró.

Pero al entrar en los cambios en el régimen de enseñanza y promoción, para muchos profesores la cosa empeora. “El decano dice que se respetará la libertad de cátedra. Pero el punto aprobado en referencia a las asignaturas obligatorias dice que “se deberá” ofrecer más de un sistema de promoción”, hizo notar, para pasar a las materias optativas: “Allí hay una tercera opción alarmante, como es el examen final libre. ¿En Medicina?”, se preguntó, haciendo referencia al sentido netamente práctico de la carrera. Y dio un ejemplo que conoce de primera mano. “Soy profesora adjunta de una optativa, cuyo titular es el doctor Raimondi, que es Trasplante de órganos y tejidos. ¿Cómo pensar que un estudiante pueda rendir una asignatura así sin cursarla?”.

Marisa Cobos advirtió sobre otro cambio que se hizo el miércoles. “Un alumno puede aprobar la cursada de una materia, rendir tres veces mal el final y, ahora, ya no recursa. Tiene la posibilidad de presentarse durante cuatro años a todas las mesas que quiera. Y son quince por ciclo lectivo. Claro, alguna vez la va a aprobar”, dejó caer.

La sesión del miércoles fue extensa. Duró unas cuatro horas. Y los profesores por la mayoría votaron en contra del proyecto, aunque antes se dio una intensa discusión sobre cada punto.

Los jurados de los concursos docentes ahora tendrán un profesor por minoría y uno “de afuera”

Se podrán evaluar acciones respecto de las cátedras con una “elevada proporción” de desaprobados

“Ahora el decano tiene la potestad de evaluar las cátedras con muchos desaprobados y tomar acciones. Yo me pregunto, ¿qué es mucho? ¿Y cuáles serían esas acciones? Hay una suerte de avasallamiento”, puntualizó la docente.

En diálogo con este diario, las autoridades de la facultad dijeron que “eso ocurre en todas las facultades y nadie lo toma a mal. Es una cuestión de sentido común, pues si yo estoy al frente de una comisión y desaprueba la inmensa mayoría, me tengo que preguntar qué estoy haciendo mal”, indicó el secretario académico, Mario Pedro San Mauro.

“Y las promociones solamente no existen en esta facultad. Es un error considerar que implican una instancia más sencilla. Por el contrario, suelen ser cursadas intensivas y más exigentes”, señaló Basualdo, en el marco de lo que denominan “un cambio de paradigma” en la enseñanza de la Medicina. “Queremos formar médicos generalistas pensando en las personas que utilizan el sistema público de salud. Formar para la vida y salir del esquema de compartimentos estancos, de la hiperespecialización”, resaltó (ver nota en página 17).

Concursos

Los cambios aprobados tienen, en el ítem “modificación de los reglamentos para los concursos de profesores y auxiliares docentes”, un claro sesgo político.

“En primer lugar, sólo se cambia el modo de elección de los profesores de los jurados (integrados por 3 docentes, un graduado y un alumno)”, expresó Marisa Cobos, para enfatizar que “la primera opción proponía un profesor de la facultad y dos de afuera. Luego de una dura discusión en la Comisión de Enseñanza, lo maquillaron proponiendo un profesor de la facultad por la mayoría representada en el consejo directivo, otro por la minoría, y el tercero de afuera”.

Como los profesores de la facultad identificados con Unidos por Medicina-Hoja de Roble prevalecen claramente en la unidad académica, con el nuevo esquema se los estaría dejando en minoría en todos los jurados que se armen para los concursos docentes.

Y para ello se hizo una modificación más. “Hasta ahora, los integrantes de los jurados los proponía cada claustro a la secretaría académica y ésta al consejo directivo. Ahora esa elección quedará en manos de la Comisión de Enseñanza del consejo, donde el oficialismo tiene mayoría”, explicó Cobos.

“Esta sesión fue la última del año. ¿Muy oportuna no? Ahora seguiremos en contacto con el claustro para ver qué opina cada profesor y, al regreso de las vacaciones, veremos”, finalizó.