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La Conmebol decidió que la Copa América no se dispute en Argentina

La copa más larga de la historia: desde el año pasado que está en suspenso / Archivo

La Copa América no se disputará en Argentina. Nada, Ni siquiera el grupo que ya tenía agenda desde hacía más de dos años. Nada. Es que después de varias charlas, reuniones y tensiones políticas, la Conmebol decidió tomar esta decisión a tan solo dos semanas de su inicio. Nada bueno podía pasar con algo que venía tan mal barajado.

El informe oficial llegó pasadas las 22:40, cuando la cuenta oficial de Twitter de Conmebol comunicó que se había tomado la decisión de cancelar el evento.

“Se ha resuelto suspender la organización de la Copa América en Argentina. Ahora se analiza la oferta de otros países que mostraron interés en albergar el torneo continental”, se escribió en un escueto comunicado.

Ahora, a pocos días de su inauguración, todo es incertidumbre. Se especula que Chile y Uruguay podrían ser las nuevas sedes, pero ante semejante bochorno no se podría descartar la idea inicial de trasladar el torneo a los Estados Unidos, país que ofrece además de seguridad sanitaria un aforo para que haya público en los partidos. ¿O se posterga para fin de año?

Es bueno recordar que esta competencia debía haberse disputado el año pasado, pero que por culpa de la pandemia se postergó por un año. Ahora, a poco de su inicio primero se bajó Colombia, que iba a albergar los partidos del grupo 2, y ahora es Argentina la que queda afuera, primero de la totalidad de partidos y también de los del grupo 1, los que les correspondía.

CRONOLOGÍA DE UN BOCHORNO

El jueves el presidente de la Nación Alberto Fernández se reunió con los miembros de la Conmebol, entre ellos su presidente Alejandro Domínguez, para planificar un evento totalmente en Argentina. Se les propuso corredores sanitarios, burbujas y facilidades económicas para que no haya pérdidas ni contagios. A finales de la semana pasada todo indicaba que la copa se iba a realizar en el país. Pero…

En el Gobierno se profundizó una división que lleva tiempo. Primero fueron los funcionarios de la provincia de Buenos Aires los que pusieron en duda la disputa. Al menos se discutió si era necesario organizar todo el torneo.

Luego empezaron a crecer las dudas y las protestas. Incluso sociales: el grupo Padres Organizados se concentró en la puerta del predio de Ezeiza para exponer la situación absurda de un país sin clases pero con una competencia internacional en disputa. Las encuestas fueron contundentes: cero rédito jugarla.

En ese sentido no sorprendió que ayer la ministra de Salud, Carla Vizzotti, avisara que el torneo de selecciones nacionales de la Conmebol “no está definido 100 por ciento” y que las autoridades encargadas de la decisión están “en el último tramo de análisis” de los protocolos y procedimientos de prevención por la emergencia sanitaria.

La funcionaria anticipó que el desenlace de la controvertida Copa América “será en estos días”, agotado el estudio de variables como las “concentraciones, entrenamientos, traslados, periodistas y aglomeración de personas” y dijo que “en el Ministerio de Salud de la Nación estamos generando hace meses protocolos y articulaciones con otros sectores, Interior, Migraciones, Transporte, ANAC, Defensa…”.

Pero por la noche el ministro del Interior Wado De Pedro, del riñón de Cristina Kirchner, declaró que era muy difícil que el torneo se jugase en Argentina. Fue el anticipo de lo que sucedería más tarde.

La decisión de suspender el torneo parece ser irreprochable, teniendo en cuenta la cantidad de contagios y muertos diarios. No se discutirá demasiado. Ahora bien: ¿era necesario esperar tanto tiempo para tomar este camino?

RECHAZO DE JUGADORES Y FUNCIONARIOS

En representación de diferentes partes involucradas, diferentes actores se habían sumado a la polémica. El ministro de Salud, Daniel Gollan, había pedido tiempo para analizar los “números objetivos” de la pandemia, el jefe de Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires, Horacio Rodríguez Larreta, se había pronunciado partidario a “restringir cualquier actividad que pueda general riesgo de contagio” y el sindicalista Hugo Moyano, vicepresidente segundo de la AFA y titular de Independiente, había llamado directamente a “evitar la Copa América” en nuestro país cuando se postergaron las semifinales de la Copa de la Liga Profesional que finalmente tendrán lugar hoy en San Juan.

Los propios actores del fútbol tampoco parecían muy convencidos en jugarla dentro del contexto actual de la pandemia en la región, con los uruguayos Luis Suárez y Edinson Cavani como voceros. El arquero uruguayo Fernando Muslera fue contundente: “Nosotros priorizamos jugar siempre pero priorízamos la salud, no estoy de acuerdo con jugar la Copa América”.

BELLOSO LE APUNTÓ A MACRI

El último en sumarse a la polémica fue el expresidente Mauricio Macri, titular de la Fundación FIFA, quien subrayó la “incoherencia” del gobierno de Argentina al analizar la posibilidad de asumir la organización total del evento. En respuesta, Belloso condenó su oportunismo: “Preside la Fundación de la FIFA y boicotea la organización de la Copa América sólo para hacer daño a sus rivales políticos. Desconocer que el fútbol se ha jugado y se juega con porcentajes bajísimos de contagios, con extremas medidas de salud y vacunados, además de ignorante, es malicioso”.