Inicio Argentina Pequeños grandes delincuentes: la dura realidad de los chicos con prontuario

Pequeños grandes delincuentes: la dura realidad de los chicos con prontuario

Menores que caen y reinciden en el delito, una problemática que ya es muy conocida en la Ciudad, pero que el paso del tiempo, sin soluciones a la vista de cómo resolverla, potencia sus gravísimas consecuencias.

Día a día, las cámaras de seguridad que se expanden por la Ciudad, registran a estos grupos de chicos violentos cometiendo robos y todo tipo de desmanes. Y si bien muchas veces los detectan, saben que su eventual ingreso en las comisarías solo será cuestión de un par de horas.

Es que muchas veces, la Justicia del Fuero de Responsabilidad Penal Juvenil opta por su identificación en el proceso, para el caso de que sean punibles, y su inmediata liberación, sin atender que los antecedentes marcan un alto nivel de repitencia en esas conductas lesivas.

En ese contexto, una gran dificultad en la materia pasa por las instituciones para resguardo, que lejos de cumplir con esa finalidad, si se quiere aplicar una medida asegurativa, para evitar daños a sí o a terceros, terminan potenciando las personalidades anómicas, a las que nada les importa.

Ejemplos hay muchos. En estas últimas horas la banda de los “rompe-cerraduras” volvió a las andanzas.

Ante el ya conocido hecho que hizo conocer este medio, en la zona de la calle 59 entre 13 y 14, donde se ve a un grupo de jóvenes merodeando y provocando daños en los edificios, se suma uno mas en las adyacencias de 6 y 62.

La modalidad es acercarse hacia la puerta de entrada del edificio y tocar varios timbres.

El frustrado intento de ingreso a un edificio de 6 y 62 / captura de video

Luego, uno de ellos se posiciona frente a la cerradura magnética, logrando romperla y se ambos retiran de las inmediaciones.

En este nuevo caso, se ve como cerca de las 00.30 madrugada del pasado 23 de abril, los delincuentes van de nuevo por otro ataque.

Uno hace de campana (se posiciona sobre la puerta) y el otro (sería el mismo sujeto que realizó el primer robo), realiza el “trabajo sucio” e intenta arrebatar con fuerza la cerradura.

Los vecinos están en alerta ante estos casos que ocurren con frecuencia en la zona y piden y reclaman mayor seguridad, sobre todo en los alrededores de las construcciones de alto, donde principalmente ocurren este tipo de episodios.

Por su parte, se sabe que la sucursal de una conocida cadena de heladerías de La Plata, de 13 y 57, está en la mira de la delincuencia, que no tiene reparos geográficos para poner de manifiesto su violento accionar.

Al punto que en lo que va del año ya hubo cuatro episodios de inseguridad en ese comercio.

Según lo informado a este diario por uno de los empleados de “Gustito”, en tres de esos hechos los ladrones huyeron con la recaudación, mientras que en el restante caso no lograron su cometido.

En ese negocio se informó que los cuatro ataques delictivos se registraron desde enero pasado.

El grupo de menores que robó en más de una ocasión en la heladería de 13 y 57 / c. de video

El último de ellos ocurrió en la tarde del lunes pasado. Y el empleado que atendía en ese momento, que pidió no ser identificado, contó que “los que me asaltaron, a las tres de la tarde, eran tres, pero uno se quedó afuera. Los otros dos fueron los mismos que vinieron un rato antes para extorsionarme”.

Explicó al respecto que “los dos que estuvieron en la heladería al mediodía me pidieron helado. Pero además me exigían que le diera 200 pesos a uno de ellos y al otro, 100 pesos”.

Comentó que “no tuve más remedio que darles el dinero y les di helado, pero en las tapas de los potes de medio kilo. Se conformaron con eso y se fueron”.

Enorme fue la sorpresa y el temor del encargado cuando “a eso de las tres de la tarde” los vio nuevamente en el negocio.

Claro que “lo hicieron acompañados por un cómplice, que se quedó en la vereda. En cambio, los que habían estado al mediodía me pidieron la recaudación, porque si no sacaban el `fierro`. Agarraron el dinero y escaparon enseguida”, mencionó contrariado.

Por eso, rápidamente, activaron el protocolo de emergencia y dieron aviso a la Policía.

Tras patrullar la zona, los oficiales identificaron y arrestaron al trío delictivo en la Plaza de 13 y 60, al que trasladaron, en calidad de demorado, a la sede de la comisaría quinta. Claro que, como se dijo, solo por un rato.