Momentos de mucha tensión se vivieron a las 13 en un micro de la Línea 275 que se dirigía desde la zona de 1 y 44 a Ensenada cuando subieron sin pagar 4 niños de entre 6 y 10 años y comenzaron a hostigar con malas palabras a los pasajeros.
“El micro iba repleto y los chicos fueron directamente al fondo, contaban dinero y decían que con esa suma se iban a comprar un porro, pero lo peor fue que comenzaron a molestar a la gente y trabaron la puerta trasera del micro con una mochila”, dijo una pasajera que fue testigo de los hechos.
Al lapso de unos minutos el ambiente se fue enrareciendo aún más y los niños comenzaron a insultar al chofer, entre otras cosas, dijeron “mogólico tenés que parar”.
En un momento una mujer cansada de la situación pegó un fuerte grito con el que intentó frenar los desmanes verbales de los pequeños y éstos optaron por apretar el timbre y bajar de la unidad.
Descendieron en diagonal 80 y 117, el lugar donde comenzó la pesadilla para los pasajeros porque los niños comenzaron a apedrear el micro con todo tipo de piedras, palos y botellas de vidrio.
“Parecía que nos estaban bombardeando de todos lados, los vidrios de las ventanas estallaron, rompieron la puerta trasera, la gente se tiró al piso, los chicos que iban a la escuela comenzaron a llorar y varias personas cayeron en un ataque de nervios”, contó la pasajera.
Según se supo, los 4 chicos que produjeron los desmanes viven en la zona de 38 entre 123 y 124 y tienen otros 3 hermanos, todos de condición muy humildes y, por testimonios de gente del barrio, ya protagonizaron muchos hechos de violencia como robos y hurtos.
“En el micro viajaba una señora con un bebé a la que las piedras le pasaron cerca, un desastre que no se pueda hacer nada porque son menores de edad, en el barrio viven todos atemorizados porque los conocen y la policía tiene muy en claro lo que sucede”, agregó un hombre.
Luego de que el micro fuera apedreado el chofer siguió un par de cuadras y se detuvo en 38 y 120, allí hizo bajar a los pasajeros para establecer si estaban todos en buenas condiciones, de lo contrario había decidido trasladar a los heridos al Hospital de Gutiérrez. Pero se informó que afortunadamente nadie resultó lastimado.
“Mientras observábamos cómo quedó el micro destruido pasaron caminando los mismos nenes con palos en las manos, pero los desalentó la llegada de un patrullero con policías que al parecer ya los conoce porque nos dijeron que como son menores de edad no podían hacer nada”, apuntó otro testigo que agregó que esos niños les roban a la misma gente del barrio.
“Fueron momentos de mucha angustia, el chofer no sabía qué hacer, estábamos siendo apedreados por gente menor de edad contra la que no se puede tomar ninguna medida”, agregó una mujer.
