Inicio Argentina Una roja desmoronó la idea futbolística de Gimnasia

Una roja desmoronó la idea futbolística de Gimnasia

El peor resultado en el peor momento. Se sabe desde las decisiones dirigenciales que este será un campeonato muy largo sin expectativas deportivas. También, que los malos resultados pueden aparecer contra los equipos más importantes. No le había pasado casi hasta ahora, salvo aquel inicio ante Vélez. Inoportuno, el primer gran golpe lo recibió nada menos que en la previa del clásico. En un partido muy especial, el domingo que viene los pibes de Chirola deberán demostrar si asimilaron este golpe. Feo. Duro.

El 4 a 0 frente a San Lorenzo desnudó falencias e inseguridades. También, que la voluntad de jugar en un piel de igualdad ante rivales superiores tiene el freno ante imponderables u errores no forzados como la expulsión de Guillermo Enrique por ir demasiado fuerte a una pelota intrascendente que no estaba destinada a cambiar el rumbo del partido. La roja, en cambio, modificó un partido bien planteado que se desmoronó en un instante.

Con el calor insoportable como condimento esencial, el comienzo del partido fue un ajedrez táctico entre dos equipos que intentaron no perder nunca el orden, con una saludable intención de manejar el balón por parte del equipo de Chirola Romero.

El partido cambió a los 15 minutos cuando a instancias de Fernando Espinoza en el VAR, el árbitro Pablo Echavarría expulsó a Guillermo Enrique por una plancha sobre Malcom Braida en una jugada que no requería semejante ímpetu de parte del correntino. Un enorme pecado de juventud que todo Gimnasia pagó demasiado caro.

Más allá de la diferencia numérica, el Ciclón no pudo trasladar ese predominio al área rival más allá de algunos merodeos. Por eso, apenas pasados los 25 minutos, Insúa sumó a un hombre de ataque como Iván Leguizamón en lugar de Luján. Sin embargo, desde la inspiración de Benjamín Domínguez, Gimnasia tuvo la primera chance clara de la tarde cuando Batalla le tapó el remate a Cristian Tarragona.

Y cuando Sebastián Romero buscó contener en el medio con el ingreso de Agustín Bolívar (por Lescano), un gran centro desde la izquierda de Braida lo aprovechó en la cancha de arriba Andrés Vombergar para poner el 1 a 0 con un cabezazo lejos del alcance de Durso. Iban 38 minutos del primer tiempo.

Resultado, superioridad numérica, control del campo y la pelota, todo quedó a pedir del local, que de todas maneras no generó jugadas de riesgo real sobre el arco tripero. Para los jugadores del Lobo, Augusto Batalla se veía cada vez más lejos. El final del primer tiempo llegó con los hinchas cuervos gritando por Insúa y con el Lobo preocupado por afrontar otros 45 minutos, cada vez más cuesta arriba.

El inicio del complemento tuvo la misma tónica, con San Lorenzo dueño de las acciones y Gimnasia casi como un mero partenaire. Unos minutos después, Chirola movió el banco con los ingresos de Antonio Napolitano y Tomás Muro por Comba y Miramón, este último en una variante pensando en el clásico ya que estaba amonestado.

En un partido en el cual Gimnasia quedó condicionado demasiado temprano, Adam Bareiro puso el 2 a 0 de penal con una definición fácil para sepultar la esperanza del Lobo de llegar a la igualdad en alguna jugada aislada. A los 13 minutos del segundo tiempo el partido estaba terminado. Y lamentablemente para el equipo de Chirola, los cuidados apuntando a no tener daños colaterales pensando en el partido contra Estudiantes solamente sumarían desorden. Y goles en contra.

Inoportuno. El Lobo recibió su primer gran golpe nada menos que en la previa del clásico

Los ingresos de Franco Soldano y Eric Ramírez apuntaron más al cuidado de los titulares (Tarragona-Domínguez) que a lo que pudieran hacer los refrescos en el Nuevo Gasómetro. Tuvo una Eric Ramírez, con un remate cruzado que se fue desviado abriéndose contra el caño izquierdo de Batalla. Fue una de las escasas aproximaciones del Lobo, que tuvo muy lejos durante toda la tarde el arco del local.

En un partido que ya no tenia equivalencias de ningún tipo, Martegani desbordó por la derecha y Adam Bareiro llegó fácil a posición de gol para convertir el tercero a los 32 minutos del segundo tiempo. Y apenas dos minutos después, desde una pelota quieta llegó el 4 a 0 con el tanto convertido por Gastón Hernández. Para Gimnasia, el tramo final del partido fue un calvario. Una tortura.

Partidos son partidos, pero el Lobo deberá mostrar una cara diferente el próximo domingo. Y si bien esto es fútbol y se descuenta la pertenencia de los juveniles triperos, Chirola deberá darle una vuelta de tuerca en busca de una alegría a la que no está obligado, pero se le niega hace 13 años.