BARCELONA, 25 Ene. (EUROPA PRESS) –
Sindicatos educativos y sanitarios han reclamado este miércoles al inicio de la manifestación en plaza Sant Jaume una recuperación de condiciones laborales, unos Presupuestos de la Generalitat que aumenten la dotación a servicios públicos y recuperar condiciones laborales anteriores a los recortes.
La portavoz de Ustec·Stes, Iolanda Segura, ha subrayado que la convocatoria es para «defender los servicios públicos», y reclamar la recuperación de condiciones laborales y un aumento en los Presupuestos para disponer de más recursos.
Asimismo, ha reclamado a la Conselleria de Educación «blindar» el mes de julio para la formación docente, y ha subrayado que quiere negociar los factores derivados del avance del calendario escolar.
La secretaria general de la Federación de Educación de CC.OO., Teresa Esperabé, ha señalado que la Conselleria de Educación ha tenido cuatro meses para presentar propuestas para revertir recortes, ha dicho que los centros están desbordados, y ha abogado por «volver a la unidad sindical que tan buenos frutos dio».
El portavoz de Intersindical Educació, Bernat Pèlach, ha exigido al Govern un esfuerzo «claro y decidido» por los servicios públicos y revertir los recortes este año, por lo que ha pedido una modificación en el proyecto de Presupuestos.
Desde CGT Ensenyament, Marta Minguella ha recordado que las demandas de los sindicatos son «de mínimos», y ha rechazado que, como asegura la Generalitat, el paro se deba a las elecciones sindicales.
La portavoz de Sindicat d’Estudiants (SE), Sofia Vázquez, ha pedido un compromiso por «una educación pública y de calidad, gratuita al 100% desde infantil a la universidad», bajar ratios en los centros y contratación de profesionales de la salud mental.
Una de las portavoces de la Mesa Sindical de Sanitat Anna Alcalà ha lamentado que los servicios públicos están «muy devaluados» en Catalunya, y ha subrayado que la unidad sindical permitirá tener más fuerza.
La manifestación iniciada en plaza Sant Jaume se ha iniciado con unos 5.300 asistentes –según la Guardia Urbana de Barcelona– y prevé acabar ante el Parlament.
