El colegio Juan Isidro Daboín, ubicado en el sector conocido como Piquetierra en el municipio de Arauca, está siendo utilizado para albergar a varias familias de los asentamientos humanos de Bello Horizonte, San Vicente de Paúl y Caño Jesús, sectores periféricos de la población fronteriza, que resultaron damnificados por el desbordamiento del río Arauca.
La emergencia, que se extiende también a veredas de la zona rural como Barrancones, la Payada y Corocito, se generó luego que el pasado viernes la creciente del caudal del afluente sobrepasara el nivel del dique perimetral, el cual tuvo una ruptura de más de 50 metros en la vereda El Torno.
Las aguas en cuestión de horas terminaron ocupando viviendas y extensiones de sabana, perdiéndose enseres, animales de corral, pastos y semovientes que buscaron las partes más altas para pastar y pasar la inundación, mientras se da el descenso de las aguas.
Organismos de socorro atienden emergencia.
Cortesía comunidad
De acuerdo con la comunidad ribereña, esta es una calamidad que estaba anunciada y de nada valieron los llamados que le hicieron al Gobierno departamental, municipal y hasta a la misma Unidad Nacional de Gestión del Riesgo de Desastres. Las inversiones realizadas en el sector de la vereda Barrancones y El Torno se las terminó llevando las aguas del río Arauca.
Según los estimativos, con un censo preliminar que adelanta la Defensa Civil y la Cruz Roja, en la parte rural y urbana del municipio de Arauca, están afectados más de 4 mil personas.
«Entrada la noche del mismo domingo, la Secretaría de Gobierno municipal en coordinación con los organismos de socorro procedieron a la evacuación de diversas familias de San Vicente y Bello Horizonte, utilizando las instalaciones de la escuela Juan Isidro Daboín en el barrio Mate de Venado, como albergue temporal», informó la Alcaldía de Arauca.
Entre tanto, se mantiene la alerta roja dada a las fuertes lluvias registradas en la cuenca alta del río Arauca, y sus principales afluentes.
ARAUCA
