Más de 5.000 familias que viven de la pesca en Tumaco, Nariño, han dicho sentirse “secuestradas” como consecuencia de los constantes apagones originados por los atentados terroristas contra las torres de energía en su municipio.
“En este momento les estamos diciendo a los pescadores que no salgan a pescar porque no les garantizamos la compra”, dice Éver Castillo, uno de los empresarios del sector pesquero y líder cívico de Tumaco.
Pero la inseguridad también los ha llevado al límite en su actividad toda vez que anteriormente pescaban durante las horas de la noche, ahora sus faenas son únicamente durante el día.
Se cree que una empresa pesquera pierde entre 7 y 8 millones de pesos diarios por los atentados terroristas y la falta del servicio de energía eléctrica. En lo corrido de este año, las pérdidas podrían ascender a los 4.000 millones de pesos.
“Nosotros estamos arriesgando la vida, la seguridad y la libertad, acá estamos secuestrados en nuestro mismo pueblo”, cuenta Castillo.
Nosotros estamos arriesgando la vida, la seguridad y la libertad, acá estamos secuestrados en nuestro mismo pueblo
Por eso, como dramático y crítico califica el momento que viene pasando el sector en los últimos años. Y los empresarios se han cansado de pedir la ayuda al Gobierno porque “nadie nos escucha, nadie nos tiene en cuenta para nada, nuestro sector parece invisible”, dice.
Castillo observa el futuro muy oscuro para el sector, a no ser que el Gobierno implemente en Tumaco un plan integral.
Además, le propone al Gobierno que declare la emergencia económica para el municipio: “No podemos esperar más, sería la única forma de pensar en serio y del salvar a Tumaco de las ruinas”.
Según este líder, a Tumaco han llegado las visitas de organizaciones no gubernamentales, ministros, miembros de la Fuerza Pública y presidentes durante los últimos años. Sin embargo, “ todos han llegado con pañitos de agua tibia”, añade el dirigente.
PASTO
