Inicio Colombia Exfarc muestran hechos de paz con sus creaciones productivas

Exfarc muestran hechos de paz con sus creaciones productivas

Tres viejas máquinas de coser eléctricas, que eran utilizadas día y noche en la confección de prendas para la guerrilla de las Farc en las selvas de Colombia, con la ayuda de plantas generadoras de energía, fueron el punto de partida de confecciones La Montaña. El emprendimiento cooperativo es una de las iniciativas de trabajo creada por desmovilizados de las Farc que, junto a otros proyectos productivos procedentes de seis Espacios Territoriales para la Capacitación y la Reincorporación (ETCR), fue presentado a la comunidad educativa de la Universidad de Antioquia en la feria ‘Hechos de paz’.

Ese fue el nombre del certamen donde fueron exhibidos productos elaborados por desmovilizados de las Farc en distintos lugares del país y que hasta ayer estuvo en el pasillo central del primer piso del bloque 9 de la Ciudad Universitaria. Evento realizado en la Semana Universitaria por la Paz.Entre las ocho ofertas de los excombatientes se encontraban, además de confecciones La Montaña, del municipio de Anorí; los cafés Paramillo, de Ituango; Planadas y Marquetalia, del Tolima; Artesanías de paz, de Remedios y Anorí; estampación ‘Siembra un Árbol para la Paz’; así como productos agropecuarios de Dabeiba, Mutatá y el mismo Anorí; el aceite vegetal extravirgen Sacha Inchi, planta cultivada en el ETCR Filipinas, en Arauca y la cerveza La Roja, también del Tolima.

El emprendimiento cooperativo es una de las iniciativas de trabajo creada por desmovilizados de las Farc

“La feria la llamamos ‘Hechos de Paz’, porque precisamente queríamos mostrar los hechos, que la gente conozca qué es lo que estamos haciendo en el proceso de reincorporación luego de pertenecer a las Farc”, dijo Juan Pablo Patiño, director de la feria y quien hace parte de la dirección política del partido Farc en Antioquia.
Patiño es, además, coordinador de las Cooperativas Sociales del Común, es decir, las cooperativas de exguerrilleros y exguerrilleras (Ecomún) del nodo Noroccidental, la gran mayoría dirigidas por excombatientes.

“Estas cooperativas son una alternativa concreta de construcción de tejido social en los territorios y sirven también como ejemplo para que las comunidades se asuman como sujetos activos de la paz y para construir un país diferente”, agregó el líder.Guillermo León Chansé, un exguerrillero ubicado en el ETCR La Plancha, en Anorí, es uno de los propietarios de La Montaña.

Diferentes marcas de cafés especiales también participaron en la feria ‘Hechos de Paz’.

Foto:

Esneyder Gutiérrez

Él aún recuerda cuando ingresó a las filas del grupo en 1985 y en las que por 34 años estuvo en lucha armada. Pero, lo que más recuerda es el trabajo que desarrolló cuando por confrontaciones usaban el oficio de la confección de prendas militares como un medio para garantizar las difíciles condiciones logísticas de las guerrillas.

Trabajo que, precisamente, es el que les ha permitido hoy a los 24 socios de la marca posicionar sus productos por su gran calidad, rentabilidad, demanda y por ser un producto con el sello de la paz.

“En las montañas aprendimos cómo se fabricaban los productos de mejor calidad. Uno hacía una sudadera o un bolso y eso nos duraba mucho tiempo, pero lo más importante es que antes fabricábamos productos para la guerra, ahora son productos de alta calidad que duran, pero para la paz”, explicó León. Por eso, cuando fueron firmados los acuerdos de paz y ellos trasladados hacia los espacios de concentración, lo primero que hizo León con sus socios fue sacar las máquinas de las espesas selvas.

Lo más importante es que antes fabricábamos productos para la guerra, ahora son productos de alta calidad que duran, pero para la paz”

La Premisa era seguir confeccionando mientras se resolvían las cosas. A los pocos días nació la marca y comenzaron a fabricar sudaderas y bolsos con materiales finos, pero no camuflados.

“Se comenzaron a vender localmente y, luego, las fuimos esparciendo a otros municipios aledaños hasta hoy que vendemos en todo el país”, agregó el excombatiente León.

Por su parte, Patiño, aseguró que este tipo de eventos son muy importantes por varios factores como la recepción de la gente, que es muy buena. “La gente compra los productos, pero también están muy interesados en conocer la historia que hay detrás de ellos, de dónde venimos. Pero lo más importante es la visualización de los hechos, de lo que estamos haciendo y más en tiempos donde una minoría quiere retomar las armas”, agregó.

La inversión total para realizar el evento costó aproximadamente 3 millones de pesos. Sin embargo, ver las personas que llegaron desde territorios tan alejados y que, en algunos casos, era la primera vez que llegaban a la ciudad, “no tiene precio”.
“Salir de la vereda y ver que en lo urbano, en la ciudad los reciben muy bien, que sí se puede salir adelante con trabajo, con sus creaciones o productos y por la familia es muy valioso”, puntualizó Patiño.

Que la gente se apropie del trabajo que se está realizando por la paz, que entiendan que no solo es un tema de Farc, que crean en la paz y sean actores en la construcción, que la paz no llegó con una firma, que se crea con confianza y la voluntad de quienes conforman la sociedad hacen parte de las conclusiones que pretendían los organizadores con la feria que terminó ayer y esperan volver a realizar.

Lo que buscan y esperan los exguerrilleros

Los excombatientes, con sus iniciativas productivas, están siguiendo los lineamientos dados por las cabezas del partido político en el país.

Con sus proyectos quieren seguir su lucha por la transformación social, los cambios que necesita el país y por las comunidades más pobres y alejadas del Estado.
Igualmente, según explica Juan Pablo Patiño, coordinador de las Cooperativas Sociales del Común (Ecomún), lo son también para que los exguerrilleros tengan las garantías en aspectos como el económico, los derechos a la educación, la vivienda, la salud y al territorio.

Así mismo, en cuanto a lo político, lo cultural y lo social que se necesitan para vivir y que en algunas regiones apartadas del territorio no existen. Sin embargo, una de las preocupaciones sigue siendo la de que el Gobierno Nacional sí les cumpla con los pactos y los compromisos que adquirieron en el pasado con la firma del Acuerdo de Paz.

Esneyder Gutiérrez
Para EL TIEMPO
MEDELLÍN