Inicio Colombia La historia del mayor robo arqueológico a la nación

La historia del mayor robo arqueológico a la nación

Entre 1913 y 1914, el etnólogo alemán Konrad Theodor Preuss escudriñó en las entrañas del macizo colombiano y se llevó para Europa más de 35 piezas de la cultura agustiniana y nariñense.

Las piezas arqueológicas sobrevivieron a dos guerras mundiales y hoy reposan en el olvido en los sótanos del Museo de Etnología de Berlín (Alemania), hasta donde las llevó Preuss.

Se trata de esculturas talladas en roca que hacen parte del acervo arqueológico de la cultura agustiniana, y dan fe de las costumbres y creencias de las comunidades precolombinas que habitaron en sur del país.

(Además: Así robaron valiosa estatua en Huila y apareció en una mansión de Dinamarca)

La directora del museo me mostró inicialmente siete esculturas. Pero yo buscaba 21. Así que me dio permiso de explorar en las bodegas y eventualmente encontré 17 de las 21

Estas esculturas son apenas la punta del iceberg del saqueo al patrimonio arqueológico nacional, que se llevó a cabo en la primera mitad del siglo XX., y que tiene obras repartidas en Europa y los Estados Unidos.

De hecho, «en un museo de Londres hay exhibida una escultura agustiniana más», dice David Dellenback, habitante de San Agustín.

Para su cometido, Preuss engañó a campesinos y lideró una veintena de excavaciones con fines arqueológicos en el municipio de San Agustín, departamento del Huila, y sus alrededores.

(Lo invitamos a leer:  Estos son los carnavales y las fiestas más representativas de Colombia)

Piezas arqueológicas de San Agustín en Europa

Foto:

David Dellenback

Las esculturas fueron sacadas a lomo de mula y viejos barcos a través del Río Magdalena, y en dos viajes escabrosos fueron llevadas hasta Bocas de Ceniza en el departamento del Atlántico y de allí embarcadas con rumbo a Europa.

El periodista Andrés Ospina, que visitó el museo e hizo registro fotográfico de las esculturas, ha dicho en entrevistas que para 1913 en Colombia ya habían leyes que protegían el patrimonio; no obstante, Preuss eludió a las tímidas autoridades y sacó las piezas de manera ilegal haciéndolas pasar por minerales.

(Lo invitamos a leer: Ubican en Santa Marta a polaca que llevaba casi dos meses desaparecida)

De la repatriación de las piezas se hablará en Cartagena

La sustracción clandestina de estas piezas arqueológicas prolongó en el tiempo la violación de los derecho colectivos

Entre el 1 y 5 de diciembre próximos se realizará en Cartagena la tercera convención Internacional de Historiadores y Numismáticos, que reunirá a expertos mundiales en  patrimonio cultural.

Uno de los temas de la agenda es precisamente la campaña para la repatriación de este patrimonio arqueológico de Colombia.

“Nos interesa la recuperación cuanto antes de este material, pero vamos más allá, creemos que por tratarse de patrimonio de la humanidad, nos pertenece a todas las naciones pero deben regresar a San Agustín”, señala Andrés Felipe Cortázar, directivo del congreso.

(Lo invitamos a leer: Denuncian tala de más de 1.000 robles en zona de reserva de Huila)

Para 1913 en Colombia ya habían leyes que protegían el patrimonio; no obstante, Preuss eludió a las tímidas autoridades y sacó las piezas de manera ilegal haciéndolas pasar por minerales..

Foto:

Cortesía: Andrés Ospina

Ya hay una sentencia pero ineptitud institucional

Las gestiones diplomáticas se han convertido en la oportunidad para que funcionarios se vayan de paseo a Alemania sin concretar la repatriación de las estatuas

El 14 de septiembre del año 2017 el Tribunal Administrativo de Cundinamarca falló a favor de que el Gobierno colombiano realice todas las acciones posibles que conduzcan a la repatriación de las 35 piezas.

Para ello se firmó un pacto de cumplimiento entre los ministerios de Relaciones Exteriores y Cultura; y el Instituto Colombiano de Antropología e Historia y la Gobernación del Huila.

“La sustracción clandestina de estas piezas arqueológicas prolongó en el tiempo la violación de los derecho colectivos”, señala la sentencia en uno de sus apartes.

(Lo invitamos a leer: En La Mojana han activado 47 albergues temporales por emergencia invernal)

El acuerdo le daba dos meses al Ministerio de Cultura y al Instituto de Colombiano de Antropología e Historia (Icanh) para encontrar y evaluar el estado de las esculturas en el Museo Etnológico de Berlín; y 4 meses al Ministerio de Relaciones Exteriores para tender los puentes diplomáticos necesarios para repatriar las piezas.

Pese a que el Museo Etnológico de Berlín reconoce la importancia de que las esculturas regresen a su geografía originaria y han mostrado toda la voluntad para devolver las esculturas a la población de San Agustín; el Gobierno Colombiano, por medio de las instituciones mencionadas, se ha mostrado incompetente para que estos tesoros arqueológicos retornen al país.

“Las gestiones diplomáticas se han convertido en la oportunidad para que funcionarios se vayan de paseo a Alemania sin concretar la repatriación de las estatuas”, denuncia David Dellenback, el hombre que las halló olvidadas en el museo alemán a inicios de la década de los 90.

(Vale la pena leer: El ‘instagramer’ que vende libros en el Centro de Barranquilla)

Los que sí han hecho de todo para recuperar su patrimonio son los habitantes de San Agustín, que en el año 2012 protagonizaron una firmatón que condujo a una acción popular.

David Dellenback y Martha Gil, su esposa

Foto:

archivo particular

Seis semanas buscando esculturas en un museo alemán

Fue David Dellenback, nacido en Oregón (EE.UU.), pero radicado en San Agustín hace medio siglo, fue quien halló las esculturas en los sótanos del museo alemán, en el año de 1992.

“Cuando llegué a Berlín ya conocía el libro de Preuss donde registraba las estatuas. Sin embargo nunca nadie las había visto en el estado en el cual las encontré”, narró Dellenback a EL TIEMPO.

Durante 6 semanas, Dellenback se dedicó a buscar las 35 piezas que estaban escondidas entre cientos de obras de arte del mundo entero, que habían sobrevivido a los bombardeos de dos guerras mundiales.

“La directora del museo me mostró inicialmente siete esculturas. Pero yo buscaba 21. Así que me dio permiso de explorar en las bodegas y eventualmente encontré 17 de las 21 (faltando 3 fragmentos y una estatua)”, relata Dellenback.

(También: Los beneficios que trae la energía solar a las empresas de Antioquia)

Encontré 14 piezas más de Nariño, que Preuss no había reportado, ni publicado en su libro. Así que pude ubicar 17 de las 21 estatuas de San Agustín publicadas por Preuss: y  14 piezas de Nariño

Las esculturas colombianas estaban dispersas, entre cajas y en diferentes puntos del museo. 

“A la vez encontré las 14 piezas más de Nariño, que Preuss no había reportado, ni publicado en su libro. Así que pude ubicar 17 de las 21 estatuas de San Agustín publicadas por Preuss: y además 14 piezas de Nariño no publicadas”, suma Dellenback.

Una vez juntó la totalidad de las esculturas, David Dellenback, que ya tiene la nacionalidad colombiana, las dibujó, detalló sus características, y regresó a Colombia para iniciar una campaña de repatriación de este patrimonio arqueológico: Una quimera que ya suma 30 años. 

John Montaño
Corresponsal de EL TIEMPO
Cartagena
En Twitter: @PilotodeCometas

Más noticias en Colombia 

El ‘meteorito’, la ‘estrella fugaz’ y otros casos insólitos en Barranquilla

Nuevo ataque contra la Policía en Cúcuta deja un muerto y cuatro heridos