Los hechos inicialmente fueron relacionados como una acción de la mujer para quitarse la vida, pero las autoridades recogieron una serie de pruebas y tratan de aclarar lo que ocurrió esa noche.
En la noche del 24 de abril la Policía Metropolitana recibió una llamada al 123 sobre una situación en el interior de una casa del exclusivo sector de Santa Teresita, en el oeste de la capital del Valle.
Cuando la patrulla llegó, recibió información sobre el traslado de Paola Andrea López Flórez, de 26 años, hacia una clínica, donde luego se reportó su muerte debido a una herida de bala en la cabeza.
La Policía y el Cuerpo Técnico de Investigación (CTI) habrían encontrado en el inmueble al compañero de la mujer. La primera versión indicaría que se trató de una acción voluntaria de ella.
Un arma de fuego fue encontrada, al parecer, en el depósito de basuras del lugar.
Las autoridades han seguido la investigación en el intento de aclarar lo ocurrido y el compañero ha sido llamado a diligencias, pero no se detalló si está pendiente de alguna medida por una supuesta participación en los hechos.
El coronel Óscar Lamprea, comandante Operativo de la Policía Metropolitana, dijo esa noche que el hombre se encontraba en el apartamento cuando llegaron los uniformados, pero en esos momentos no fue detenido.
