Desde el Concejo municipal y desde la misma comunidad se escuchan voces piden cambios en los mecanismos de vigilancia por parte de las autoridades, para frenar la ola de inseguridad en Montería.
Casos de microtráfico de drogas, atraco a mano armada a plena luz del día y asesinatos selectivos han tenido un incremento notorio en los últimos meses, especialmente en los barrios del sur y el sector comercial llevando quejas a los concejales que, desde su función de control político, hicieron varias propuestas como solución para frenar el problema.
El concejal Carlos Zapata, lanzó la iniciativa de que en áreas específicas con mayor incidencia delincuencial se realice la vigilancia con drones.
Para el dirigente político es importante contemplar inversiones del municipio con este tipo de tecnología que ayudaría a persecuciones de delincuentes cuando se aplican el denominado «plan candado» de la ciudad por parte de la Policía, al momento de ser alertada de la comisión de un hecho y están en plan de fuga los delincuentes.
La idea, según el cabildante, es que esos aparatos sean controlados por la Policía para vigilar de día y de noche la ciudad.
También instó que el ejecutivo presente un proyecto de acuerdo que permita subsidiar a quienes coloquen cámaras de seguridad externas en sus residencias o negocios para que puedan hacer parte activa de la central de vigilancia de la Policía.
Equidad en los cuadrantes
Otro que alzó la voz desde el Concejo de Montería para hacer propuestas de solución al problema de inseguridad fue el cabildante Amaury Contreras Ubarnes, quien aseguró que no existe, en la actualidad, equidad en la distribución de los agentes de Policía que conforman los cuadrantes de vigilancia y patrullaje.
Sostuvo que hay amplias zonas de la ciudad como el barrio El Recreo donde tiene un CAI con dos cuadrantes y la zona de Monteverde, California, Los Ángeles tiene 8 cuadrantes. «Allí hay un desequilibrio que aprovecha el delincuente», dijo.
De la misma forma, instó al municipio a realizar mayores esfuerzos de inversión para adquirir equipos tecnológicos para que la Policía pueda fortalecer su plan de vigilancia respuesta efectiva a actividades ilegales.
Contreras, dijo que al margen de los operativos de la Policía, se debe trabajar en la convivencia ciudadana, la integración de las comunidades con la institucionalidad bajo el concepto de que la «seguridad es compromiso de todos».
Comunidad atemorizada
Personas que asumieron vocerías en representación de comunidades de barrios del sur de Montería, expresaron su preocupación en el Concejo de Montería, por los problemas de inseguridad en áreas donde la drogadicción y la delincuencia se dan la mano para atemorizar sectores populares de la ciudad.
Claudeth Peña Hoyos, expresó que viven atemorizados porque la venta y consumo de drogas está atrapando a menores y jóvenes de sectores como Villa Melisa, donde el miedo a represalias evita denunciar ante la Policía.
Desde el recinto del Concejo de Montería, donde se debatió la inseguridad en la ciudad, Luis Enrique Sierra, también vocero del barrio Villa Melisa, manifestó que la drogadicción es un mal que desemboca en robos y otros actos delictivos que azotan el sector.
Aprovechó el escenario para pedirle a la Policía intervención en la zona y la instalación de cámaras de seguridad que permitan evidenciar los delincuentes.
El comandante de la Policía Metropolitana, coronel, Fredy Correa, dijo que las denuncias las reciben como insumo para redireccionar operativos de control y agradeció a las comunidades que confían en la institucionalidad para en un esfuerzo conjunto atacar esos fenómenos generadores de violencia.
