A las 9 de la mañana de este viernes, el embajador de Corea del Sur en Colombia, Kim Doo-Sik, y su esposa, Che Jei Li, llegaron a la Universidad de Cartagena, donde se realizaba un evento cultural al cual fueron invitados por la institución.
Cuando la ceremonia avanzaba, Che Jei Li se percató que su bolso había desaparecido, causando revuelo en las autoridades de la institución donde se llevaba a cabo el evento.
De acuerdo con las versiones preliminares, la Universidad de Cartagena de inmediato procedió a revisar en las cámaras de seguridad interna, en las cuales buscan a los responsables del hurto al bolso de la esposa del diplomático coreano.
Sin embargo, hasta el mediodía de este viernes no habría evidencia en las cámaras que den indicios de quién o quiénes serían los responsables.
A la Universidad de Cartagena puede ingresar, además de estudiantes, profesores y funcionarios, cualquier local o turista, pues la institución está ubicada en un edificio colonial que es admirado por cientos de personas.
La Policía de Cartagena manifestó que la denuncia sobre el robo del bolso les llegó hacia el mediodía, de inmediato agentes llegaron hasta el Claustro La Merced, en el Centro Histórico, para corroborar la información que se había recibido.
También se adelantaron requisas a las personas que se encontraban en el evento cultural y en el resto de la institución, en un momento cuando muchos de quienes estaban allí se retiraban para almorzar.
Los trabajos de investigación para determinar los responsables continúan con apoyo de la Universidad de Cartagena y la Policía, pero hasta el momento no hay pistas claras.
Una de las hipótesis que se maneja por las autoridades es que algún miembro de la institución habría aprovechado un descuido de la funcionaria coreana para llevarse el bolso sin que nadie se percatara.
Según las autoridades, Che Jei Li -en el bolso que desapareció- llevaba sus documentos, una situación que la diplomática considera de suma gravedad.
CARTAGENA
