Doña Carmen estaba muy tranquila mientras Raúl estuviera al
frente de Garlo. Ella desconocía la última voluntad de su marido, y por ello
negaba a toda costa la existencia del testamento.
Sin embargo, cuando Coral le revela su existencia y le
confiesa lo que ha hecho para manipularlo, Doña Carmen entra en cólera.
Ahora que ha salido todo a la luz, y que parece que Fran va
a comenzar a hacer efectiva la última voluntad de Don Germán, Carmen no puede
quedarse de brazos cruzados. Su hijo Raúl está a punto de perderlo todo.
Por ello, decide hacerle una visita a quien considera, la
única persona que puede arreglar todo el entuerto. Y está dispuesta a utilizar
todo lo que haga falta para que éste la ayude…
¿Qué dirá Uriarte?